La hija de Paola Acosta, de un año y nueve meses de vida, Martina, permanece estable en el Hospital de Niños de la ciudad y evoluciona favorablemente. “Es una niña de sumo riesgo por haberse encontrado en contacto con sectores contaminados”, señaló la médica María Cristina Quinteros, jefa de Guardia.
Se estima que la niña habría estado entre dos y tres días sobre el cuerpo sin vida de su madre en una alcantarilla expuesta a aguas servidas, además de presentar heridas punzantes en su cuello producidas por el asesino de su madre. “Va evolucionando favorablemente, lentamente”, agregó la médica a Canal 10.
Martina siguió durante el día de ayer recibiendo curaciones que, por los cuidados que requiere su corta edad, se hacen en quirófano, anestesiada. Según relatan los médicos, es complicado mantener a Martina tranquila ya que en terapia es restringido el acceso de los familiares. Por el momento, su alimentación es solo vía endovenosa, pero se evalúa que prontamente podrá empezar a ingerir alimentos normalmente.
Recordamos que Paola Acosta de 36 años de edad, recibió cuatro puñaladas fatales, se sospecha que por parte de Gonzalo Lizarralde, el padre de Martina. Paola fue encontrada sin vida el día sábado junto a su hija en grave estado en una alcantarilla de la ciudad de Córdoba. Lizarralde fue detenido el mismo sábado que fue encontrado el cuerpo de Paola y a Martina, viva, en su pecho. El padre de Paola indicó que la familia de Gonzalo Lizarralde tiene mucho dinero y que por esto podría sobornar a la Justicia.
Nuevas hipótesis se empezaron a barajar ayer. La duda central tiene que ver con el tiempo que habría permanecido la niña en la alcantarilla. Peritos de la Policía Judicial midieron ayer también la cantidad de oxígeno del lugar, altamente contaminado. Por su parte el abogado de la familia Acosta, Juan Carlos Sarmiento afirmó que es factible la participación de terceros en el ataque. Esta suposición está apoyada en la posibilidad de que el cuerpo de la madre y la niña hayan sido retenidos en algún lugar y luego depositados en la alcantarilla. De esta sospecha se desprenden las dudas sobre cuánto tiempo habría sobrevivido Martina entre tanta contaminación.
Por su parte, Marina Acosta, hermana de Paola, sigue exigiendo la destitución del fiscal Oyhanarte y que se cambien los protocolos de actuación de la Justicia. “Cuando una mujer desaparece lo primero que hay que suponer es violencia de género y no perder tantas horas como hizo la Justicia en el caso de Paola”, señaló la joven en consonancia con las demandas de la multitudinaria movilización del día lunes, que culminó frente al Palacio de Justicia.
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