En la noche de ayer, familias de la ciudad de Lobos realizaron una protesta en reclamo por el derecho a la vivienda. Se movilizaron con pancartas que decían “Un techo digno para todos”, “Respeten la ley de los derechos del niño”, “Que ningún niño quede en la calle”, “Basta de desalojo, la calle no es un lugar para vivir”, entre otras.
Como informaba desde sus inicios La Izquierda Diario, trabajadores y sus familias realizaron una toma de terrenos en la calle Belgrano cuando se quedaron sin hogar durante la pandemia, ante la imposibilidad de alquilar por falta de ingresos.
Con lo justo para alimentarse y sin otra alternativa que vivir en la calle, hace más de un año y tres meses que se encuentran en un terreno que nunca antes había tenido dueño, hasta que ellos se instalaron y se les inició una causa judicial.
Hace unos días les llegó la orden de desalojo para el 12 de noviembre. Mientras se beneficia el negocio inmobiliario, que en Lobos tiene al apellido Spinoza como uno de los principales beneficiarios, la municipalidad no ha dado ningún tipo de respuesta al reclamo de las familias.
Una de las vecinas contó a los medios que desde el municipio “dijeron que el desalojo era definitivo, que ya no se puede hacer más nada. Que teníamos que venir y hablar al municipio porque ellos habían dicho que de alguna nos iban a ayudar. También pasaron en papeles que están en Saladillo que nos daban leche, comida, cuando nunca nos llevaron nada y cuando vinimos a hablar al municipio nos dijeron que el intendente no estaba y que teníamos que hablar con el secretario. Ahí nos dijeron que en Lobos tierras o terrenos no hay, que ellos nos pueden ayudar como mucho con el alquiler, si es que nos falta un poquito”.
Además, agregó: “Nosotros queremos que nos dejen ahí o que nos den algo en otro lado, pero no queremos que nos regalen nada, queremos que nos den a pagar aunque sea de a poco porque todos trabajamos pero nos sale muy caro un alquiler”.
Durante la gestión de Jorge Etcheverry iniciada en 2015, no se construyó ninguna vivienda y aún quedan pendientes otras 60 casas que en la zona de Empalme Lobos que quedaron a mitad de construcción. Una política igual a la de su par Horacio Rodríguez Larreta, que remató media ciudad de Buenos Aires con el aval del peronismo.
Desde la oposición local en el concejo deliberante poco hicieron para tratar de solucionar esta problemática, que es uno de los principales déficit de toda la provincia, aunque la política donde gobiernan los intendentes del peronismo tampoco es muy distinta.
Tanto en Guernica como en La Matanza la respuesta fue la represión de parte de la policía bonaerense de Sergio Berni y Axel Kicillof. Además, en el primer caso, a un año del desalojo para que los dueños de los countries puedan hacer su cancha de golf, aún no cumplieron con el acta compromiso firmada por el gobierno en el cual debían darle los terrenos para que puedan edificar.
En las últimas semanas se vieron varias movilizaciones sobre este tema no solo en el conourbano sino también en el interior de la provincia, en ciudades como Lezama, donde reclamaron por el acceso a terrenos fiscales.
Mientras Cambiemos y el Frente de Todos parecen coincidir en que los sectores populares tienen que esperar mientras el FMI y los grandes empresarios siguen haciendo negocios cada vez más beneficiosos, la respuesta al problema de la vivienda solo puede venir de la mano de la organización de los trabajadores en las calles y coordinando con distintos sectores que también son afectados por la crisis económica y social.
Ellos preparan aún más ajuste, pero del otro lado se empieza a ver síntomas de hartazgo. Es necesario transformar toda la decepción y bronca en una fuerza organizada que pelee por cambiar las prioridades. | 
