El miércoles por la tarde un grupo de delegadas del Frente Popular Darío Santillán-Corriente Plurinacional recibió en un merendero de El Colmenar a los candidatos del Frente de Izquierda Unidad, Alejandra Arreguez e Iván Orellana. En el encuentro las representantes de diferentes zonas de la Capital, Alderetes, Leales, Manantial y Famaillá, plantearon sus reclamos y debatieron sobre las propuestas del FITU, a quien llaman a votar en estas elecciones.
Las referentes manifestaron su preocupación por el aumento de la precarización y la pobreza, muchas de ellas indicaron que esta situación empeoró desde la pandemia y que fueron las organizaciones sociales las que absorbieron la demanda en los comedores y merenderos. Como contracara, la mercadería enviada por el Gobierno muchas veces es enviada con retraso o en mal estado, o directamente es insuficiente por lo que se hace difícil sostener los comedores y merenderos. Además plantearon que miles de vecinos están padeciendo el problema de la falta de agua y de cloacas, en días de altas temperaturas. También que sufren constantemente el hostigamiento de la policía tanto a la juventud como a los trabajadores.
Por su parte Alejandra Arreguez comentó sobre la gran campaña militante que se viene llevando a pulmón luego de que las PASO demostraron un crecimiento del Frente de Izquierda como tercera fuerza nacional y, a su vez, la aceptación como la única lista que habla sobre la realidad de los trabajadores. Destacó que el Frente de Izquierda estuvo acompañando las diferentes luchas, como fue la de los cosecheros del limón, donde uno de sus referentes es candidato.
Sobre el problema de la desocupación, que se nota con mayor claridad en los barrios olvidados por las gestiones oficialistas u opositoras, Arreguez contó la propuesta de reducir la jornada laboral a 6 horas 5 días a la semana con un salario igual a la canasta familiar y repartir las horas entre ocupados y desocupados. Propuesta superadora a la que el gobierno intenta implementar pagando a las empresas para que generen empleos precarios y del que las referentes barriales saben que no les trae ningún beneficio.
Las delegadas del FPDS plantearon que veían la necesidad de llamar a votar al Frente de Izquierda y de discutir en las asambleas de la organización la pelea por un voto para una alternativa del pueblo trabajador, y no para los partidos tradicionales. El apoyo al Frente de Izquierda es clave para darle un mensaje a los partidos tradicionales, un mensaje que les diga a los gobernantes que no se van a resignar a vivir solo con un ingreso de emergencia que no cubre ni un salario mínimo, que no van a hipotecar el futuro de sus hijos para pagarle al Fondo porque como dijo una vecina del barrio “el FMI es más pobreza”. | 
