Con las leyendas "Raúl Sidders. Denunciado por abuso, beneficiado con prisión domiciliaria" y "Desde el Vaticano a La Plata. Basta de curas violadores", se realizó un mural contra el cura denunciado por abuso sexual en 2020 en la intersección de las calles 44 y 5, la misma que en 2019 tuviera la imagen de Eduardo Lorenzo, otro criminal que integrara la Iglesia católica.
Cabe recordar que el cura platense, encargado por 20 años de un colegio religioso, fue denunciado por Rocío, bajo los cargos de presunto autor de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración en el tiempo (de 2004 a 2008), doblemente calificado por derivar en un grave daño en la salud mental de la denunciante y por ser Sidders ministro del culto católico. A su vez también se le imputa el delito de corrupción de menores agravado, por ser la víctima menor de trece años al momento de los hechos.
Desde el mes de julio, luego de pasar varios meses detenido en la Alcaída Petinatto de Lisandro Olmos, fue beneficiado con prisión domiciliaria, residiendo en la actualidad en el domicilio de su hermana, en el country Las Brisas de la localidad de Pilar. El sacerdote goza de ese privilegio sólo por ser parte de la Iglesia Católica y tener estrechísimos lazos con el Estado. De no haber sido por la valiente denuncia de Rocío, hoy sería capellán de Gendarmería en Misiones.
La causa contra Sidders fue elevada a juicio oral en el mes de septiembre, decisión fue tomada por el juez de Garantías Agustín Crispo, haciendo lugar al pedido de la fiscalía. La defensa del sacerdote, acusado de abuso sexual, apelará la decisión. Un gran paso en la lucha que llevan adelante los y las sobrevivientes de abusos eclesiásticos en la ciudad. |
