Tras dos meses de negociación colectiva, esta multinacional suiza que se llama a sí misma “líder mundial” en pruebas químicas y certificaciones, que presta servicios a las principales actividades productivas del país, tuvo que ceder a las demandas de las y los trabajadores, quienes desde Pudahuel, Puerto Varas y Antofagasta, demostraron disposición a luchar por su derecho a negociar colectivamente, lo que sumado a la gran unidad que mantuvieron, les dio la fuerza para conseguir su contrato colectivo antes que se hiciera efectiva la huelga que ya tenían votada con más de un 98% de adhesión.
Después de años con un sindicato que negocia los contratos colectivos a espaldas de los trabajadores, vieron la posibilidad de sumarse al Sindicato Interempresa Obreros Metalurgistas Unidos, desde entonces muchos recibieron amenazas y amedrentamientos para boicotear las afiliaciones, incluso la empresa levantó un grupo negociador y ofrecieron bonos a algunos de los nuevos socios, asustando a los trabajadores con que el sindicato los llevaría a huelga.
Algunos trabajadores fueron amedrentados y se salieron de esta nueva organización, sin embargo, la mayoría se quedaron para enfrentar el proceso de negociación colectiva con una lógica radicalmente diferente a lo que conocían de la experiencia de otros sindicatos.
Así, la primera medida fue elegir delegadas y delegados de cada área y sección de la empresa, formando así un cuerpo de delegados que asumió la conducción del sindicato, de igual a igual a la directiva. El mandato fue que todo se definiera en asambleas, con las bases, desde el petitorio, hasta los métodos de organización interna, como las medidas de movilización y, de este modo, fue que llevaron adelante una lucha al interior de la empresa, que implicó semanas de acciones de movilización, con retrasos de turnos, marchas internas en la planta de Santiago, viandazos y protestas en los accesos de la planta.
Las claves del triunfo: organización de base y unidad de los trabajadores
Esta conquista no cayó del cielo, fue el fruto de una política llevada adelante por el sindicato, pero que tuvo eco rápidamente en las bases, dándoles espacio para su desenvolvimiento. Se impulsó un comité de delegados por área de trabajo, así todos tienen un espacio de discusión y sus intereses pueden estar representados de forma directa. Esta visión de cómo debe ser la organización sindical, permitió que se desarrollaran personalidades organizadoras y que tuvieran una alta participación y debate, que aseguran los unió mucho.
Tanto mujeres, hombres, jóvenes, antiguos, nuevos, se pusieron a la cabeza de organizar manifestaciones al interior de la empresa en los días previos al plazo para hacer efectiva la huelga, dando cuenta de la voluntad de lucha por mejorar sus condiciones laborales y las de sus compañeros, como también para enfrentar los abusos y amenazas que hace la empresa contra quienes ejercen su derecho a la huelga y a la organización sindical.
Las voces de los protagonistas
Conversando con quienes protagonizaron esta negociación, se puede desprender que son bajos los salarios, extenuantes las jornadas laborales y que esto empeoró desde la pandemia, lo que contrasta con las contundentes ganancias que tuvo la empresa durante este periodo, sobre la base del doble esfuerzo que debieron hacer las y los trabajadores.
Varios recuerdan que en un principio la opinión general era no ir a huelga, sin embargo, las ofertas insultantes de la empresa, como el aumento salarial entre 5 y 12 mil pesos, y las prácticas antisindicales, pusieron a prueba la paciencia de los socios que veían cómo sí entregaron bonos para el grupo negociador y para los sindicatos que no promueven la participación de los socios.
La combinación de estos elementos de indolencia durante la crisis sanitaria y de persecución a la participación sindical, hicieron concluir a la gran mayoría que debían votar ir a huelga, después de varias asambleas donde se discutieron las demandas y los movimientos para conseguirlas, la unidad entre los trabajadores creció, como su voluntad de lucha.
Desde Puerto Varas una delegada de base nos habla de la experiencia en ese sector, donde fueron los primeros en impulsar las manifestaciones contra las prácticas antisindicales y por sueldos dignos.
“Bueno, acá, en Puerto Varas fue una lucha constante desde el momento que salimos a la luz. Pero cuando decidimos manifestarnos el 6 de octubre a las 08:00 de la mañana fue una decisión que tomamos el día antes en la tarde porque mis compañeras y compañeros quisieron demostrarle a la empresa que no estábamos jugando, que esto era serio” recuerda.
Detalla cómo organizaron estas acciones, cuando pintaban lienzos y pancartas, el frío en las mañanas, pese a ello nunca bajaron los brazos porque exigían lo justo: “Ahí estábamos nosotros, haciendo sentir nuestro descontento hacia SGS por los bajos sueldos, por la locomoción que nos hacía falta y las innumerables prácticas antisindicales que nos hicieron. Por las tardes hacíamos bocinazos y al igual que en la mañanas gritábamos por sueldos dignos y justos. Lo bueno de manifestarse fue darse cuenta que muchas personas empatizan con nosotros porque nos apoyaban todos los días tocando sus bocinas”.
Al consultarle por los aprendizajes de todo este proceso destacó que “los socios tuvimos mucha perseverancia y la valentía con la que enfrentamos cada situación que pasamos se la traspasamos a nuestros delegados y delegadas y al presidente para que nos representarán con la fuerza y confianza con que lo hicimos. Fuimos valientes sin importar las consecuencias. Luchamos con el corazón”.
En ese sentido, envió un mensaje a quienes estén pasando por una negociación o tengan problemas de abusos manifestando que: “espero que esta experiencia le sirva a muchos trabajadores y trabajadoras. Los llamo a que no tengan miedo a luchar por sus derechos, porque las grandes empresas nunca los valoran como trabajadores, ellos solo nos ven como un número más, ni por más que te esfuerces por hacer un buen trabajo, ellos siempre te van a decir para eso te pago o para eso te contraté”.
Cabe destacar que las mujeres tuvieron gran protagonismo, incluso en Puerto Varas tanto la representante aforada como las delegaciones de base fueron compañeras que se pusieron a la cabeza de su lucha.
Desde Pudahuel, también destacaron compañeras, que como muchos no tenían experiencia sindical, aseguran que fue un proceso duro, porque a las empresas no les gustan los sindicatos, pero que pese a todo el trabajo que hicieron, todos esos esfuerzos, les permitieron un triunfo y su sensación es que están conformes con el trabajo que llevaron adelante el comité de delegados, que ayudó mucho a combatir el miedo y las amenazas. Una de ellas recalcó que “fue bastante positivo, un proceso sumamente agotador, con muchos sentimientos encontrados, pero finalmente cerramos un gran CC y eso me tiene bastante contenta, ya que SGS Chile no estaba acostumbrado a tener una buena negociación, los trabajadores no estaban acostumbrados a que los hicieran parte de este proceso y hoy con este sindicato se dio todo esto”.
La trabajadora además explicaba que “Todo se debe conversar, discutir, llegar a convencer, conversar con la base, sin la base, no somos nada. En el sindicato anterior no consultaban nada, todo era a puertas cerradas. Los trabajadores jamás vieron bajo que CC se regían. Ahora es totalmente diferente, hay gente en la directiva que lo hace increíble, escuchan, enseñan, buscan soluciones e informan".
Otra trabajadora también comenta que “Es un proceso agotador pero finalmente con las convicciones bien puestas, las ideas bien claras y todas las ganas del mundo se pueden tener buenos resultados. No hay nada mejor que mirar después y decir ‘lo logramos’. Para todos los compañeros que estén en esta misma situación mucho ánimo y mucha fuerza por que sí se puede”. |