Entrevistamos a Laura Vilches, docente y referente del Frente de Izquierda en Córdoba, sobre la situación económica y social de la provincia y en particular sobre la realidad de jóvenes, mujeres y disidencias.
Laura fue legisladora provincial y concejala de la ciudad de Córdoba (MC), luego de dejar su banca volvió a su trabajo como profesora en escuelas secundarias. Es candidata a senadora por el Frente de Izquierda - Unidad.
En Córdoba, Laura Vilches y Liliana Olivero, que encabezan la lista del Frente de Izquierda Unidad, son las únicas candidatas mujeres, además de las candidatas del peronismo cordobés. Arrancamos esta entrevista consultando sobre la campaña de Alejandra Vigo y Natalia De la Sota.
LID - Laura, sos una conocida referente de la lucha feminista en Córdoba. Durante las PASO y también ahora, vimos que Vigo y De La Sota, la esposa del gobernador Schiaretti y la hija del ex gobernador hicieron una campaña bajo el lema “Ellas”, con barniz feminista. ¿Qué opinión tenés al respecto?
LV- Creo que la campaña que arrancó queriendo mostrarse feminista terminó develándose como lo que es: con Schiaretti dando el aval hasta en los spot para que las votaran a “ellas” porque son “las mujeres de Juan”. Además de un mensaje abiertamente machista como “cierre de campaña” es de una hipocresía y un cinismo tremendo. Por eso dijimos en cada oportunidad, “no en nuestro nombre”.
Lo de Vigo, en este sentido, es realmente cínico porque es la responsable, junto a la Ministra Claudia Martinez, de la precariedad total en la que trabajan las compañeras del Ministerio (ex “Polo”) de la mujer. Las compañeras denuncian desde hace más de un lustro las condiciones de contratación precaria en el trabajo, la falta de derechos porque son becarias, monotributistas o contratadas - en el mejor de los casos- cuyos salarios no llegan a los 40 mil pesos. A esto se suma la falta de personal y el hostigamiento permanente que sufren por reclamar que los recursos son insuficientes para atender a las múltiples denuncias de violencia machista en nuestra provincia. Córdoba está en el ranking de mayor índice de femicidios del país. En plena pandemia, estas cifras se dispararon y sólo en lo que va del 2021 hubo 14 mujeres asesinadas.
LID- Cuatro de ellas, además, eran parejas de agentes de la policía.
LV- Sí, esto demuestra que con la política de maquillaje que le vienen haciendo a esta institución por los escandalosos casos de gatillo fácil como el de Blas Correas, a partir del cual pusieron a una mujer, Liliana Zárate Belleti, no cambian nada. No es un policía, es toda la institución la que carga con una sistemática violencia contra los y las más vulnerables, las mujeres y jóvenes de las barriadas populares.
Esto contrasta, además, con los números de agentes policiales que superan, en nuestra provincia, a la cantidad de maestras de primaria. Ahí se ven las prioridades de “ellas” que son parte del gobierno del PJ cordobés.
LID- En el caso de Cambiemos, con la buena elección que hicieron Luis Juez y Rodrigo De Loredo en las PASO, ¿creés que esto sería diferente?
LV- Para nada, y ojo que en el caso de Cambiemos, con personajes nefastos como Luis Juez, la cosa no va a cambiar, justamente, porque Juez es un acérrimo opositor a los derechos de las mujeres. Es un tipo que se pasa de rosca en lo misógino y homofóbico, es un reonocido xenófobo que se tuvo que ir de Ecuador cuando era embajador de Macri, por decir barbaridades contra el pueblo ecuatoriano. Además, rechazó el derecho al aborto y Carmen Alvarez Rivero, quien saldría senadora si se repiten o mejoran los números de las PASO para Cambiemos, ya está anunciando que quiere conquistar una mayoría celeste y clerical desde el Senado para derogar el Aborto Legal.
En materia de derechos laborales, Juez y De Loredo están a la cabeza de pedir una reforma laboral que elimine las indemnizaciones. Si ya las mujeres trabajan de manera precaria, imaginate cómo sería que encima, a las pocas trabajadoras que tienen derechos y trabajan registradas las echen sin que al patrón le cueste nada. Ya sabemos que a las personas gestantes nos despiden si quedamos embarazadas, no nos toman en un nuevo trabajo si tenemos hijos e hijas, si encima les das el derecho de despedirte sin causa, te echan a patadas en cuanto faltes un par de veces porque tu hijo se enfermó o tenés que cuidar a tu vieja que está con alzheimer o se quebró la cadera, tareas que siempre recaen, como tareas del cuidado - insisto - ¡en nosotras!
LID - Observando de conjunto la situación de las mujeres en la provincia, ¿cómo ves el escenario?
LV- La realidad que se impone en Córdoba es de una crítica situación económica y social. Según los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el Gran Córdoba registra la tasa más alta de desempleo del país llegando al 14,8%, son más de 115 mil personas, a lo que deberíamos sumarle las más de 130 mil que buscan un trabajo extra. Conseguir un empleo o sumar uno más no implica para estos trabajadores y trabajadoras superar la línea de la pobreza. La situación de las mujeres está entre las más críticas porque si en general las familias no llegan a cubrir los 68 mil pesos que, según el Indec, necesita una familia tipo para no caer bajo la línea de la pobreza, agregá a esto que en el 85% de los casos donde el sostén de los hogares depende de un progenitor, éstos son mujeres.
La pobreza para las mujeres es casi un problema estructural por las políticas de todos los partidos. En el caso de Córdoba, hace 20 años que gobierna el peronismo y los resultados saltan a la vista. Son las y los trabajadores los que están bajo la línea de pobreza, y en el caso de desempleo, las mujeres jóvenes se llevan la peor parte.
Durante esta campaña, conocimos a trabajadoras jóvenes, pibas recién recibidas como maestras jardineras que empezaron a organizarse contra la precarización laboraly la persecución por reclamar derechos. Ellas nos contaban que cobran 12 mil pesos y en su gran mayoría trabajan “en negro” en jardines maternales y pre-jardines privados. En muchos casos, las contratan con el Programa Primer Paso o “PPP” que Natalia De la Sota quiere llevar como proyecto de precarización juvenil al Congreso Nacional. Con el PPP les ofrecen un salario para iniciarse en el trabajo de 15 mil miserables pesos. Esa es la política hacia las mujeres del PJ provincial. El simulador salarial de SADOP para los institutos y academias privadas no es más alentador, indica 20 mil pesos para una maestra jardinera con 5 años de antigüedad.
LID - Vos sos docente de secundaria, qué ves entre los trabajadores registrados y en el estado? ¿ Cuál es la situación?
LV- Creo que la mayoría de las y los trabajadores formales, como te decía, estamos bajo la línea de la pobreza y somos laburantes estatales de la salud, docentes y trabajadores precarios e informales, bajo contratos con el mismo estado, que ni siquiera llegan a la canasta básica alimentaria que se estimó en más de 29 mil pesos. Según un estudio de Idesa (Instituto para el Desarrollo Social Argentino), para marzo de este año el promedio salarial de los trabajadores registrados en el gran Córdoba era de $30.500 y de 19.000 para quienes trabajan en la informalidad.
Te doy algunos ejemplos, mecánicos de empresas de colectivo Ersa y AOITA nos contaban que trabajan de 23 hs a 4:30 am, antes de que salgan los coches y con 13 años de servicio ganan alrededor de 43 mil pesos. Los esenciales de salud, que han puesto el cuerpo todos los días durante los 18 meses que vamos de pandemia trabajando hasta 16 horas de corrido, porque un solo sueldo no alcanza, y todo lo que les han dado es un aumento en cuotas, míseros bonos, cuando exigen un aumento real de 50% y denuncian la continua privatización de áreas y la extensión de la precarización. Las y los trabajadores del geriátrico Plaza que fueron dejados en la calle sin ningún tipo de indemnización y con sueldos adeudados a cuyos reclamos el gremio de sanidad hace oídos sordos y el Ministerio de Trabajo solo ha manifestado promesas.
Las trabajadoras de la limpieza que se organizaron el año pasado para reclamar aumento salarial y fueron despedidas, cobraban 35 mil pesos con más de 20 años de antigüedad, y tal como denunciamos, los principales contratistas de las empresas tercerizadas del servicio de limpieza son los estados nacional, provincial y municipales. Estas empresas, según una investigación periodística, llegan a depender entre un 60 y 85% en sus ingresos porque tienen convenios con los estados. Es el estado el principal tercerizador, precarizador y eso va directamente contra los derechos laborales de las mujeres que, producto de un mandato patriarcal, quedamos relegadas a las tareas del cuidado como la educación, la salud, la gastronomía o la limpieza. Es brutal, así que cuando el PJ se barniza de feminista nos da muchísima bronca.
Lo mismo cuando se hacen los “progre” y son puro “pinkwashing”: el intendente de la ciudad, Llaryora, dice llevar adelante una política de inclusión laboral para las personas trans y ¿sabés qué hacen? Contratan a las compañeras y compañeros trans bajo el programa de “servidores urbanos” con el que reemplazan el laburo con derechos de los empleados municipales, pagándoles miseria. 16 mil pesos le pagan a lxs compañerxs trans, y dicen que eso es inclusión laboral. Un insulto.
Otro tanto podría decirse de la situación de las infancias: en Córdoba sólo el 24% de niñas y niños asiste a espacios de educación y cuidado para la primera infancia (Unicef).
Pero vos ves al gobierno provincial hace campaña con las 425 salas cunadonde los niños y niñas cuyas familias “no tienen cómo pagar un lugar donde dejar a hijos e hijas para poder trabajar o estudiar” reciben “cuidados”. Las salas cuna no dependen del Ministerio de Educación, sino de la Secretaría de Equidad y Promoción del Empleo de Córdoba.
Lo que su campaña en verdad muestra es el desprecio por la educación y por el trabajo profesional. Esta sola tarea de cuidado a largo plazo acentuará las diferencias con quienes pudieron acceder a una “educación temprana”, que según esta política, sólo puede ofrecerla el sector privado. El formato de las Salas Cuna también desconoce la legislación nacional y provincial en relación con la educación que debe destinarse al grupo etario contemplado entre los 45 días y 3 años. La política que lleva adelante el gobierno provincial y que proclama su candidata, Alejandra Vigo, es retroceder en 70 años de historia de la Educación inicial ya que no garantiza el acceso a la educación en esos primeros meses y años de vida.
LID - ¿Creés que el Frente de Todos, ofrece alguna alternativa?
LV- Mirá, el Frente de Todos acaba de “leer” el resultado de las PASO como si la sociedad, en lugar de rechazar el ajuste que está implementando desde que llegó y no puede explicarse por la pandemia, le hubiera dicho que girara a la derecha. Con un tipo como Manzur como jefe de gabinete, célebre por obligar a una niña de 11 años violada a practicarse una cesárea, nada bueno puede esperarse.
En Córdoba, además, el kirchnerismo lleva a un candidato como Martín Gill que está ligado a los sectores más conservadores de las iglesias católica, evangélica, de quienes se opusieron al derecho al aborto. Esto muestra que el feminismo de los ministerios que vendió Alberto Fernandez y que sectores del feminismo compraron hace agua, no resuelve las demandas más sentidas y encima le abre paso a los sectores más reaccionarios. Nuestra lucha no se negocia, no se vende ni se compra, y por eso seguimos dando una batalla en las calles, los lugares de trabajo, de estudio, para volver a poner en pie ese potente movimiento de mujeres que conquistó el aborto con la marea verde y puso sobre la mesa la violencia machista que no cesa, que se agravó con la pandemia y que tiene su costado económico en la precariedad de la vida de las mujeres.
LID - Además de las condiciones laborales, ¿en qué otras situaciones observás que se ejerce violencia contra las mujeres y disidencias?
LV- Mientras te respondía lo anterior, justamente, pensaba en el caso de Agustina Tolosa, una mujer de 70 años oriunda de Sierras Chicas, de los pueblos originarios, que acaba de recibir un fallo de desalojo (por parte de una justicia patriarcal y racista) del territorio que ocupó, trabajó, cuidó toda su vida. Agustina es la expresión aguda de miles de mujeres que no tienen acceso a la vivienda, al territorio cuando son mujeres de los pueblos originarios a quienes han despojado de todo. Sobre ellas (y también sobre los hombres de las comunidades comechingón, sanavirón, rankulche) se ha descargado la violencia de los terratenientes, de esos usurpadores del territorio nativo que tienen su punta de lanza con los incendios que destruyen el bosque nativo para hacer negocios inmobiliarios o turísticos.
Esos sectores son también los responsables del despojo, en la ciudad y en el monte, sobre la vida de las mujeres y el ambiente. Para ello, no dudan en acosar, hostigar, amedrentar, secuestrar y hasta violar a las mujeres de las comunidades, como pasó en la Comunidad Comechingón Pluma Blanca. Usan métodos patoteriles y represivos como vimos en la ciudad con Estación Ferreyra, Nuestro Hogar 3 u otros, en barrios donde precariamente se han asentado las familias nativas o migrantes que ya no pueden pagar un alquiler porque el negocio inmobiliario hace imposible el acceso a la vivienda. A su vez, esto se combina con los problemas de falta de inversión de los sistemas de servicios como vimos en Villa Paez con las cloacas, que siempre afectan a las barriadas humildes.
LID - En tu campaña, junto con Noel Argañaraz, hicieron mucho hincapié en la juventud. ¿Qué pasa en ese sector con las demandas de las mujeres?
LV- Creo que la situación es peor en los rubros netamente informales como gastronomía, comercio, delivery, limpieza y entre quienes son cuentapropistas. Este último rubro es uno de los que más ha crecido, según los informes de IDESA. Acá es muy profunda la manera en que la crisis económica y social impacta especialmente sobre las mujeres trabajadoras, las mujeres jóvenes y quienes son sostén de hogar y sufren una enorme discriminación si contemplamos sus niveles de ingreso.
La Federación De Entidades Profesionales Universitarias De Córdoba (FEPUC) señala que en el sector privado la brecha promedio entre varones y mujeres es de 42%. Es decir, por cada 100 pesos que los hombres perciben por su trabajo, las mujeres - perciben en promedio- 58 pesos.También vemos cómo las tareas de cuidado, la doble carga laboral se incrementó, con una dedicación horaria que supera en un 42% el tiempo que los hombres dedican a estas tareas, que en términos globales, significan un 15.9% del PIB (Producto Interno Bruto) de nuestro país. El aporte por género del trabajo doméstico y del cuidado no registrado al PIB es desigual: el 75,7% proviene de tareas realizadas por mujeres. Es decir, las mujeres realizan más de las tres cuartas partes de las tareas de cuidado no remunerado y, de este modo, dedican, el total de ellas en su conjunto, 96 millones de horas diarias de trabajo gratuitas en las tareas del hogar y los cuidados.
LID ¿Y qué propuestas plantean para resolver estas situaciones que describís? ¿Cómo se desarticula ese combo de ajuste salarial, sobrecarga laboral, trabajo precario y falta de acceso a derechos como la vivienda?
LV- En esta campaña hemos tratado de sembrar algunas ideas de cómo podríamos resolver esta situación que afecta a las mayorías populares, pero que se descarga con particular ferocidad contra las mujeres y disidencias.
En primer lugar, hay que desconocer la deuda externa y los acuerdos con el FMI que tanto Cambiemos, como Hacemos por Córdoba y el Frente de Todos, por supuesto quieren pagar. De allí tienen que salir los recursos para educación, salud, vivienda y empleo. Esto va de la mano con nuestra propuesta de reducción de la jornada laboral a 6 horas, 5 días y garantizando que nadie gane menos que lo que cuesta la canasta básica familiar que hoy la Junta Interna de ATE INDEC, estima en más de 110 mil pesos.
Esto permitiría bajar la sobrecarga laboral que tenemos las mujeres, impactando en aliviar nuestra doble o triple jornada dado el peso de las tareas del cuidado que recaen sobre nosotras. Pero además, permitiría generar nuevos puestos de trabajo con todos los derechos para que nadie se quede sin trabajar y que lo haga en condiciones óptimas.
Si sólo afectáramos a las principales 12 mil empresas multimillonarias que hay en el país y que fugan los dólares a los paraísos fiscales como revelaron los Pandora Papers, podrían crearse 900 mil puestos de trabajo con jornada reducida.
A la vez, es necesario resolver los problemas estructurales como el de la vivienda, que como decíamos, afecta particularmente a las mujeres. Para ello, proponemos desplegar un plan de viviendas que resuelva el problema de más de casi 400 mil familias en nuestra provincia, en particular, de aquellas mujeres y personas disidentes sexuales que están atravesando violencia machista o tienen condiciones estructurales de precariedad en la vida como son las y los compañeros trans. Allí hay una prioridad, además, que atender para evitar, inclusive, nuevos femicidios, travesticidios y transfemicidios. Una medida como ésta está inscripta en el Plan de emergencia contra la violencia hacia las mujeres y disidencias que presentamos desde el Frente de Izquierda Unidad, en la Legislatura y el Concejo Deliberante y que jamás quisieron tratar.
Este plan de obras públicas tendría que incluir no sólo la construcción de viviendas y todos los servicios para una urbanización sostenible, sino además, debería preveer la construcción de espacios para las crianzas y educación de las infancias y la vejez, con profesionales capacitados y bien remunerados, así como la creación de lavanderías y comedores comunitarios garantizados por el estado y las patronales, que permitiría reducir la carga laboral de las mujeres, avanzando en la socialización de estas tareas del cuidado.
Ahora, como bien sabemos las mujeres y disidencias, ningún gobierno jamás nos regaló nada y por eso sabemos que pelear por medidas de estas características no será fácil ni sencillo. Sin embargo, tenemos una enorme confianza en la fuerza para la lucha de esa marea verde que conquistó el aborto legal, de esas pibas y pibes que se plantan contra la persecución de las patronales gastronómicas o de la educación privada y denuncian las “listas negras”; en las mujeres como Agustina Tolosa y con las más jóvenes que pelean por trabajo y vivienda, como las compañeras despedidas de limpieza o las feriantes.
Allí hay una enorme fuerza social que queremos fortalecer conquistando una bancada en el Congreso Nacional que eleve nuestros reclamos, que aporte a vigorizar nuestras luchas, que ayude a generar confianza en que sí se puede transformar este orden de cosas injusto y no hay que conformarse. Tal como hicimos las mujeres, las y los trabajadores sólo podemos confiar en nuestras propias fuerzas.
Por eso hemos desplegado una enorme campaña con Liliana, Noe, y los demás compañeros y compañeras, junto a toda la militancia y colaboradores del Frente de Izquierda Unidad para, desde Córdoba, para aportar a esta perspectiva. Llamamos a todos los compañeros y compañeras que luchan por los derechos, de las mujeres, de las disidencias sexuales, de los pueblos originarios, de las y los trabajadores, en defensa del ambiente y nuestro monte nativo a los jóvenes a apoyar al Frente de Izquierda Unidad para fortalecer estas, nuestras luchas, en el Congreso y en las calles.