Si hay alguien que ha sido tema en distintos artículos en los últimos meses ha sido Lorenzo Córdova, el abogado y académico devenido tanto por su cercanía como por "azares" (no tan azarosos) del destino en presidente del actual Instituto Nacional Electoral, desde el cual ha sido uno de las piezas más importantes con las que cuenta hoy la oposición hacia la figura de López Obrador, luego de que su crisis no les permitiera proponer a otra personalidad entre sus filas que le hiciera frente al presidente y su "Cuarta Transformación".
La de Córdova, si se analiza con cuidado, es una trayectoria calculada desde la academia con la cual pretende revestir de prestigio la degradada y muchas veces cuestionada democracia mexicana, ocupando hoy una posición gracias a su entorno y nexos con diversos personajes clave.
Bajo la sombra del PCM y el PRD
Empezando por el hecho de que, desde niño se vio beneficiado con su entorno familiar. Su padre, Arnaldo Córdova, fue militante primero del viejo Partido Comunista Mexicano, el cual abandonó en 1966. Regresaría a esta formación de raigambre estalinista cuando el PCM se unificó con diversas organizaciones campesinas y populares para —tras la reforma política de 1977 de José López Portillo en la cual legalizaba a distintas organizaciones de izquierda otorgándoles la amnistía política— convertirse en el Partido Socialista Unificado de México.
Tras las elecciones de 1982, en las que resultó victorioso Miguel de la Madrid Hurtado, Arnaldo Córdova fungió como diputado plurinominal del PSUM. En 1987, el PSUM se unificaría con más organizaciones de izquierda, como el PMT encabezado por Heberto Castillo, para conformar el Partido Mexicano Socialista, el antecedente inmediato del PRD. Pero nada de esto podría mencionarse sin hablar también de la estrecha relación entre Arnaldo Córdova y José Woldenberg.
Luego del fraude de 1988, el PMS cedería su registro para conformar, junto con el "Ferrocarril" y la "Corriente Democrática" escindida del PRI, el PRD. Es gracias a la relación entre su padre y Woldenberg que Lorenzo Córdova ingresa a la política por la vía institucional académica.
Córdova tiene una licenciatura en derecho por la UNAM, así como un doctorado en Investigación en Teoría Política por la Universidad de Turín, Italia, país del que es originaria su madre y en el cual su padre también cursó estudios. De igual forma fue investigador de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, donde Woldenberg también participa.
Es debido a esta cercanía que, junto con Ciro Murayama, a Córdova se le conoce como uno de los "woldenboys". Su primero intento de ingreso al IFE se dio en 2007, luego del fraude de 2006, en el cual se le otorgó la victoria electoral a Felipe Calderón. La terna de propuestas de consejeros del IFE lo puso en consideración tanto por su participación en el IIJ como por la trayectoria antes mencionada tanto de su padre como de Woldenberg, por lo que no sorprende que haya sido inicialmente el PRD quien lo haya postulado al cargo, el cual los otros dos partidos principales, el PAN y el PRI, avalaron su nombramiento, pero fue posteriormente rechazado por la Cámara de Diputados.
El ingreso de Córdova al INE y la proscripción de la izquierda anticapitalista
En 2011, el PRD nuevamente propuso a Lorenzo Córdova como consejero al IFE y en esa ocasión logró ingresar a la institución. En 2014, tras la reforma política de Peña Nieto, con la cual intentó responder al cuestionamiento de falta de democracia que le hiciera el movimiento #YoSoy132, el IFE se convirtió en INE, pero la tensión dentro del mismo generó la renuncia de varios miembros de su Consejo General, quedando Córdova a cargo de manera "temporal", puesto en el cual continúa a la fecha.
Desde allí, fue permisivo de distintas maniobras que han tenido por objetivo proscribir a la izquierda independiente y, más recientemente, ha sido uno de los principales caballos de batalla de la oposición de derecha en crisis.
En 2016, luego de la aprobación del proceso electoral que cambiaría al Distrito Federal en Ciudad de México al proponerse la creación de una constitución, y debido a la ya mencionada reforma política de 2014 (que permite la participación de candidatos independientes), se puso en marcha un periodo de pre-campaña. En él, se acordó que los partidos del Pacto por México impondrían el 40% de los diputados a dedo, mientras que el 60% restante sería elegido mediante voto popular.
Sin embargo, a pocos días de la elección, el INE de Córdova aprobó que 10 candidatos independiente pudieran participar (dando un total de 21 candidatos independientes), una maniobra para pulverizar el voto de las candidaturas independientes. En esa ocasión, desde el Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas (MTS) y La Izquierda Diario México impulsamos la fórmula 5 independiente anticapitalista, la única lista conformada por trabajadores, jóvenes y mujeres, con un programa de independencia de clase y de los partidos del régimen. El único escaño para un "independiente" en la Constituyente de la CDMX terminó siendo para Ismael Figueroa, un charro sindical cercano al PRD que logró su victoria mediante el voto clientelar de sus agremiados.
Más recientemente, en las elecciones de este año, Córdova se mostró indolente ante la emergencia de COVID-19, insistiendo en que los candidatos independientes debían recolectar firmas para postularse mientras la Ciudad de México se encontraba en semáforo rojo a inicios de este año. En ambos casos, tanto en 2016, como en 2021, el INE impuso una multa a las candidaturas independientes de izquierda.
Córdova: el caballo de batalla de la derecha en crisis
Aunado a ello, Córdova ha hecho gala de un racismo que caracteriza a las élites mexicanas. El 19 de mayo de 2015 se hizo público un audio del presidente del INE en el cual se burlaba de la forma de hablar de un miembro de una comunidad indígena que, con un español roto, le reclamaba que los legisladores debían velar por los intereses de las mayorías. "Pero vio mucho Llanero Solitario, ** [...]. Nada más le faltó decir: ’Yo, gran jefe Toro Sentado. Líder chichimeca.’ [..] No, no, no, de pánico", fueron sus palabras.
Pero lo que lo ha caracterizado en los últimos meses ha sido su oposición calculada a varios elementos de la administración de López Obrador. Destaca, por ejemplo, la restricción de ciertos elementos puntuales de las conferencias matutinas argumentando que se podía prestar al proselitismo político.
Entre AMLO y Córdova se desató una dura polémica en la cual el tabasqueño, por un lado, daba (y sigue dando) muestras de avanzar en tendencias que lo pongan a él como árbitro de la política nacional —lo que en términos de teoría política se conoce como un rasgo bonapartista—, mientras que Córdova se pinta como un "estabilizador" de la democracia.
Lo cierto es que, debido al retroceso de la oposición neoliberal derechista, en crisis por su desbarranque en 2018, ésta carece de figuras potables para el conjunto de la población, puesto que sus representantes o son desconocidos o son señalados como miembros de la casta política que se ha enriquecido a expensas de las mayorías trabajadoras y populares. Aquí el vacío lo ocupa Córdova, puesto que la oposición neoliberal ya no puede hacer uso de espacios como las gubernaturas o el congreso, por lo que se ha retrotraído a las instituciones autónomas como el INE, dándole a AMLO razones para querer eliminar este sector de la administración pública.
Cualesquiera que sean los resultados de las pugnas entre el gobierno de la 4T y el INE, lo que queda en evidencia es que Córdova y el INE no son un instrumento con el cual puedan contar los trabajadores, mujeres, jóvenes y, por supuesto, las comunidades originarias de este país. Como lo ha demostrado la trayectoria de este personaje, no está para beneficiarnos y velar por nuestros los intereses de las grandes mayorías, sino al servicio de resguardar la democracia para ricos que beneficia a los empresarios y de la cual él ha sido un actor indirecto que hoy ocupa los reflectores al encabezar el órgano "transparente" que sistemáticamente ha vetado de participar en las elecciones a las organizaciones obreras y de izquierda. |