Cientos de manifestantes se congregaron para participar de la marcha que salió de la Escuela Normal Superior para arribar a la sede de la Secretaria de Educación Pública (SEP). La exigencia, muy sentida en amplios sectores de la juventud, es la de acceder mejores condiciones de vida vía la instrucción universitaria, tanto en instituciones como la UNAM o el IPN, como en las escuelas que forman a los próximos maestros: las escuelas normales.
En la actualidad la exclusión no se restringe a quienes buscan carreras de tipo científicas, también afecta a jóvenes con la aspiración de ser profesor. Así, la Escuela Normal Superior a pesar de contar con lugares para recibir a más estudiantes les cierra las puestas. Lo anterior fue denunciado por Martín Gil, estudiante normalista quien durante el mitin que se realizó al llegar a la SEP, en su intervención explicó que muchos salones se quedan vacios lo que se busca es recortar la matricula de estas escuelas.
La política del gobierno mexicano está enfocada en privatizar la educación, acabar con las conquistas laborales de este sector y crear mano de obra dócil y barata para que requiere el gran capital.
La lucha de los rechazados y la del magisterio es la misma
La exclusión de los jóvenes a la educación superior y los ataques contra la educación pública como la desaparición del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) en el marco de que se busca aplicar la mal llamada reforma educativa (cuyo objetivo es abolir las conquistas laborales de los profesores de la educación básica y destruir a la CNTE para acabar con el único sector de trabajadores en resistencia) es parte de la misma política que busca acabar con la educación pública.
Así lo expreso Yara Almonte, dirigente de la juventud del MTS, durante el mitin donde planteo que: “es necesario exigir el aumento irrestricto de la matricula de las universidades públicas de todo el país ya que el rechazó es una problemática a nivel nacional, luchar juntos contra los ataques a la educación pública como la reforma educativa ya que busca elitizar la instrucción y crear mano de obra muy barata al servicio de las grandes empresas”.
Así mismo señaló que: “Somos una juventud que está enfrentando además de la exclusión a la enseñanza trabajos precarios con sueldos miserables y jornadas extenuantes, además de que los jóvenes aparte de soportar estas condiciones laborales somos quienes sufrimos las consecuencias de la guerra contra el narcotráfico siendo asesinados o desaparecidos, por ello los estudiantes matriculados y aspirantes deben unirse para poner las universidades al servicio de la población pobre y trabajadora y no al servicio de los grandes empresarios”.
La lucha por lugares en las universidades es fundamental tanto para los aspirantes como la población trabajadora pues defiende la educación pública. Es muy importante coordinar esta lucha con la de otros sectores, empezando con la CNTE pues únicamente esta unidad puede echar para atrás el avance de estas políticas de exclusión y privatización. |