Este lunes finalizó la audiencia pública convocada por la Legislatura porteña para que los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires den su opinión sobre el destino de la ex Ciudad Deportiva de Boca. En este lugar, la empresa IRSA, de la mano del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, pretende construir torres de lujo de hasta 45 pisos y un centro comercial sobre uno de los únicos humedales que posee el distrito.
De un total de 835 oradores, 821, el 98%, se manifestaron en contra de la edificación del complejo Costa Urbana por el impacto ambiental negativo que tendría. Pero, también porque profundizaría la crisis habitacional que atraviesa la Ciudad.
El dato se desprende, según informó la Agencia Télam, de un relevamiento realizado por la campaña "Costanera Verde Pública", que reúne a organizaciones ambientales y políticas como el Observatorio del Derecho a la Ciudad, la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la Universidad de Buenos Aires, La Defensoría de Laburantes y la CTA-Autónoma, entre otros.
La audiencia tuvo en total 14 jornadas y comenzó el 15 de octubre último, y de acuerdo al relevamiento, solo 14 oradores se manifestaron a favor del proyecto de IRSA.
Los principales argumentos referidos a la cuestión ambiental se basan en las funciones ecológicas de los humedales, ya que en el espacio comprendido por la ex Ciudad Deportiva y la Reserva Ecológica se forma ese ecosistema.
Como dijo Alejandrina Barry, candidata a Legisladora porteña por el Frente de Izquierda y Trabajadores Unidad, en su intervención, “hay que aprobar ya la Ley de humedales. Como venimos denunciando con mi compañera Myriam Bregman está cajoneada hace años en el Congreso por el Frente de Todos y Juntos por el Cambio y de aprobarse, Larreta no podría avanzar en este proyecto”.
Otro de los cuestionamientos que más se escucharon fue que la construcción de Costa Urbana contribuirá a encarecer el valor de la vivienda en la Ciudad, ya que, por su cercanía con Puerto Madero, se proyecta como un barrio de lujo. Según informa IRSA en su sitio web, se busca avanzar en el “desarrollo urbano” con un "nuevo vecindario que pretende aumentar el nivel general del área".
La audiencia pública demostró el masivo rechazo de los habitantes de la Ciudad y de diferentes organizaciones sociales y políticas, aunque no es vinculante.
Según Barry: “Estamos discutiendo nuevamente construcción de torres de lujo con el mismo argumento implantado desde los años 90, el modelo de extractivismo urbano que si se construye más, mejora la ciudad. Un modelo fracasado, cada año menos personas son dueñas de una vivienda”. |