Las trabajadoras que llevan acampadas frente a las puertas del Ministerio de Trabajo desde el pasado día 1 de noviembre, pese al frío de Madrid por estas fechas, y ante la negativa de la ministra de trabajo Yolanda Díaz a reunirse con ellas, han decidido continuar con el campamento hasta obtener una respuesta firmada por parte de la Sra. ministra.
Denuncian que sufren una violencia institucional y patronal. Son trabajadoras que denuncian cómo sus puestos de trabajo son entregados por las instituciones a empresas privadas las cuales, hacen negocio con un servicio público. Como expresaban en sus cánticos: “la dependencia no es un negocio”.
Las trabajadoras también se han dirigido a la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso y al alcalde de Madrid, Jose Luis Almeida para exigir la remunicipalización del servicio y terminar con las practicas usureras por parte de estas empresas privadas que se lucran con los impuestos que pagamos las y los trabajadores, y de este modo se atenuaría la precarización y super explotación que sufren las trabajadoras. Exigencia que extienden a todas las comunidades autónomas gobierne, quien gobierne.
Por el tipo de trabajo que realizan día tras día exigen jubilarse a los 60 anos de edad. Un sobresfuerzo realizado por el peso que levantan, porque su tarea consiste principalmente en la atención personal como asear o duchar a personas con movilidad reducida, y no olvidemos además los trabajos de limpieza que realizan dentro de los domicilios, todo ello en un tiempo récord.
A pesar de ser un servicio esencial reconocido durante la crisis de la pandemia estas empresas privadas se niegan a aplicar la ley de riesgos laborales, ya que con esta ley reconocida y aprobada enfermedades consideradas comunes pasarían a ser reconocidas como enfermedades laborales.
Al final de la manifestación las trabajadoras acampadas leyeron un manifiesto exigiendo que se cumplan sus derechos fundamentales y como no podía ser de otra manera estas mujeres luchadoras y valientes enviaron un saludo de solidaridad, fuerza y apoyo a la lucha de los trabajadores del metal de la Bahía de Cádiz que en estos días se encuentran en situación de huelga indefinida … Un grito de voces de mujeres trabajadoras unidas en plena plaza se pudo escuchar…
¡QUE VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA! |