Laura Espeche
| Ex Secretaria Acción Social, SUTE FURS Mendoza - Corriente Nacional 9 de Abril
El 15 de diciembre miles de trabajadores y trabajadoras de la educación podemos votar nuestra representación sindical. Hay dos opciones: defender un sindicato abierto, democrático, independiente y transparente o atar el sindicato a los gobiernos de turno y el PJ, que pretenden hacerse de la caja de nuestra organización para sus intereses.
Después de más de cuatro años de haber recuperado el sindicato creemos necesario empezar un balance colectivo que nos permita debatir y nos impulse en la pelea de seguir fortaleciendo el proyecto de recuperación del SUTE, un sindicato que estuvo más de 20 años en manos de la burocracia sindical peronista.
Allá por el 2017 el FURS ganaba la conducción provincial y los departamentos de Capital, Guaymallén, Luján de Cuyo, Godoy Cruz y Tunuyán. El resto de la provincia, casi dividida en tercios, quedó en manos de las agrupaciones Celeste y Azul Naranja. A nivel del gobierno provincial asumimos bajo el gobierno de Cornejo, un gobierno autoritario que tuvo siempre en la mira el ataque a los trabajadores de la educación.
Jaime Correas, en la DGE, fue quien se encargó sistemáticamente de defenestrar la imagen de las maestras.
En este escenario iniciamos un proceso que tuvo en el norte recuperar el vínculo democrático con las escuelas y poner en juego una experiencia que nos permita visibilizar lo que pasa en cada una de ellas y denunciar a un gobierno ajustador y maltratador.
Uno de los principales objetivos fue desnudar la terrible realidad de las escuelas, sus condiciones edilicias, la escasez de meriendas, las necesidades de nuestros estudiantes. Para eso le dimos fuerte impulso a la campaña #MasParaEducación con la que recorrimos toda la provincia con la idea de denunciar la baja en el presupuesto educativo, el esfuerzo de cada escuela, la desinversión que cayó año a año mientras también se venían abajo las escuelas.
Con esta campaña logramos que la comunidad educativa apoyara el reclamo de trabajadores y trabajadoras de la educación, en una pelea que no era sólo por el salario, sino por algo que afecta al conjunto de quienes hacemos la escuela pública. Con esta fuerza impulsamos una movilización histórica antes del comienzo de clases. El 28 de Febrero fuimos miles y miles en las calles al grito de Mas Para Educación.
Pero no fue el único momento que nos encontró movilizados. En estos 4 años y medio uno de los principales ejes de la conducción fue no abandonar las calles y la coordinación con otros sectores en lucha. Es así que estuvimos dando esta pelea junto a otros sindicatos estatales y junto a organizaciones sociales, padres y madres de nuestros estudiantes. Movilizaciones, cortes de calle, concentraciones, caravanazos y paro. Todas estas medidas fueron siempre en la perspectiva de no dejar de pelear por lo que nos corresponde, pero sobre todo producto del debate abierto, fraterno y democrático en cada escuela.
Y como sabemos que la calle es el lugar donde se dirime la relación de fuerzas ahí estuvimos también cuando el Gobierno de Suarez, de la mano de Thomas, en plena emergencia sanitaria por COVID 19 intentó avanzar con una reforma neoliberal de la ley provincial de educación. ¡No lo dejamos pasar! Ahí estuvimos organizándonos desde cada escuela, cada departamento con la comunidad y en medio de la pandemia debatimos por zoom horas y horas, con miles de mandatos, para no dejar pasar este arbitrio del gobierno y nos volvimos a encontrar en las calles en dos caravanazos históricos con los que copamos las calles de todo Mendoza. De norte a sur de la provincia supimos expresar que no dejaríamos pasar esta reforma de la ley y así fue, no pudieron.
De esa experiencia de lucha aprendimos que si nos unimos no pueden con la fuerza organizada desde las escuelas.
Y con esa fuerza pudimos construir este año un paro histórico. Después de años de no poder votarse un paro debido al enorme descuento extorsivo que implica el ítem aula en nuestro salario, en este 2021 logramos que desde las escuelas pudiéramos discutir esa medida de lucha para decirle al gobierno que no aceptaríamos ofertas salariales a la baja, con montos en negro que atacan el salario de conjunto y que implican enormes retrocesos en conquistas históricas. Y paramos 48 hs con un alto acatamiento en todas las escuelas de Mendoza y con especial fuerza en el sur provincial. Parte de esto fue posible gracias a la realización de un fondo de huelga, bandera histórica del FURS y medida esencial para sostener una huelga. Esta medida también fue parte del debate sistemático y los mandatos de escuela.
Un SUTE solidario y sin privilegios
Parte de ese fondo de huelga se construyó con el aporte de compañeros y compañeras de las Juntas. Una medida esencial del SUTE fue que cada compañerx que tuviera un cargo debía cobrar lo mismo que en la escuela. Es así que, al ganar las elecciones, en algunas juntas, con la Lista Negro Pizarrón y, al ser parte de nuestro programa, nuestros compañeros cobran lo mismo que en la escuela y con la diferencia se fue construyendo un fondo de lucha que sirvió para sostener el paro en este 2021 en plena pandemia y emergencia sanitaria.
En esa misma perspectiva fue que el SUTE, apenas asumida la nueva conducción, decide eliminar los sobresueldos que las conducciones anteriores habían sostenido para todos los cargos. Miles de pesos de cada afiliado que iban al bolsillo de quienes tenían licencia gremial.
El FURS eliminó los sobresueldos y cada compañerx cobra lo mismo que cuando estaba en la escuela, ya que de ninguna manera se puede permitir que estar en un cargo de representación sindical sea un privilegio por encima de cualquier docente o celador.
Y si de solidaridad se trata fue esta misma conducción la que aumentó el dinero destinado a acción social. En estos años se puso en marcha un fondo de ayuda solidaria para que cada departamento pueda atender diversas situaciones emergentes, sobre todo relacionadas con salud, de compañerxs que así lo solicitaban. Un fondo especial para compañeras en situación de violencia de género. También se aumentaron los coseguros y los subsidios, sobre todo el subsidio por discapacidad, tan necesario en la vida de muchos compañeros.
En plena pandemia y emergencia sanitaria desde Acción Social se implementó también un subsidio especial por COVID para afiliadxs que lo necesitaran y se repartieron a miles de familias bolsones de mercadería para poder dar una ayuda en un momento muy difícil donde muchos compañerxs vieron reducidos sus salarios al no poder hacer contraturnos, eliminarse la jornada extendida o no realizarse los llamados.
Desde Acción Social también quisimos mostrar otra forma de hacer las cosas y desde el primer momento tuvimos como lema la transparencia en cada proceso realizado. Por eso llevamos adelante procesos de selección de personal a través de los diarios, realización de licitaciones públicas de los buffet de los camping, recepción de carpetas para escuelas de verano con llamados a través de los diarios, etc.
Desde antes de ganar la conducción el FURS hizo bandera de la lucha contra la precarización en el sector. En cada paritaria se plantean temas de interés para el sector más vulnerable: los suplentes. De las peleas que dimos en las calles y que llevamos a la mesa paritaria merece recordar algunas conquistas importantes: la continuidad en el cargo para suplentes al cambiar el artículo de la licencia o al producirse altas y bajas del titular en el mismo ciclo lectivo, la continuidad para suplentes cada año y que no se le dé la baja en diciembre, lo cual ocurría año a año y miles de docentes quedaban sin cobrar las vacaciones.
La equiparación en la fecha de cobro para titulares y suplentes. La posibilidad de los cuartos llamados de rendir una sola materia al año y con ello lograr la continuidad en el cargo, la realización del bono de puntaje 2018 luego de años sin posibilidad de actualizar puntaje. También fue una pelea de esta conducción la eliminación de la obligatoriedad de las reuniones de personal fuera de horario escolar, que eran una obligación arbitraria.
En esta última paritaria también se ha logrado que se realice un movimiento que hacía 9 años que no se realizaba: el acrecentamiento y concentración para titulares, pero además se ha firmado también que en el primer semestre de 2022 debe realizarse el ingreso para los miles de docentes que esperan ese movimiento tan esencial para asegurar su estabilidad laboral.
La pelea por salario digno
Cada año pusimos en mesa de discusión la necesidad de un salario acorde a la canasta familiar y que no pierda frente a la inflación. Enfrentamos movilizados cada embate del gobierno que sistemáticamente pretende destruir nuestro salario y propone números a la baja. Esta conducción jamás firmó una paritaria que condenara a los compañerxs a perder salario.
Por eso la única paritaria firmada y aprobada por unanimidad desde las escuelas fue aquella que nos hizo empatar frente a la inflación: a fines del 2018 llevamos una propuesta de cláusula gatillo de indexación mensual que logró que en el 2019 el salario acompañe mes a mes los índices declarados por el IPC medido por la DEIE y con una inflación superior al 50% nuestro salario empató frente a la estrepitosa suba de precios.
Hay que aclarar que esto no fue suficiente para reconstruirlo ya que partimos de una base salarial muy baja con años, como el 2020, donde el aumento fue 0%. Pero este antecedente es el que tenemos que retomar con fuerza en el marco de una crisis que se profundiza y la inflación que se dispara.
La crisis se agudiza y el SUTE sigue en la pelea por conquistar un salario digno que nos permita vivir y ha puesto en el centro de cada debate la necesidad de dar esa pelea en unidad y movilizados.
Pudimos tejer lazos solidarios con otros sectores en lucha. Fuimos parte de la enorme lucha del pueblo de Mendoza en defensa de la 7722. Apostamos a la unidad con las comunidades educativas. Peleamos por un sindicato con las mujeres al frente, que somos el 80% del gremio.
Este sindicato, que sin dudas fue de puertas abiertas, que apuesta a la organización y debate en cada escuela, que propone un modelo sindical opuesto a los privilegios de la burocracia sindical, de quienes quieren atar nuestra organización a los gobiernos de turno y proyectos partidarios opuestos a nuestros intereses es el que hay que defender. No sin debate. No sin un balance para poder definir colectivamente cómo ir por más.