El asesinato, perpetrado en Lof Lafken Winkul Mapu, sigue sin responsables condenados. Desde el hecho hasta ahora se ha buscado entorpecer y ensuciar la investigación, armas y balas que desaparecen, peritajes que no se hicieron o fueron desestimados, sobreseimiento de los agentes que participaron de la represión y estancamiento del juicio. Todos pasos en concreto para garantizar la impunidad de un crimen de Estado.
Referentes del PTS en el Frente de Izquierda, personalidades y organismos de derechos humanos se manifestaron en el aniversario del asesinato de Rafael.
Ni Patricia Bullrich ni sus secuaces fueron investigados ni acusados por dar las órdenes y comandar los operativos que se desarrollaban en la zona ese año, recordemos que es el mismo año en que desaparece y es encontrado muerto Santiago Maldonado; mientras los agentes de prefectura imputados son beneficiados con el atenuante de la “legítima defensa” que los puede eximir de la cárcel y a su vez legitima la teoría del enfrentamiento y de la existencia de grupos violentos y armados que atentan contra la comunidad.
La política de seguridad que el gobierno de Juntos Somos Rio Negro sostiene, que es avalada a ambos lados de la grieta, no ha hecho más que aumentar los casos de violencia institucional, policial y por parte del conjunto del aparato represivo.
Las consecuencias son concretas, no solo que los casos nunca se esclarezcan, sino también que se alienta a grupos “patrióticos” de derecha que se creen dueños de todo, hasta de la vida de quienes solo buscan volver a las tierras que le fueron robadas y usurpadas desde tiempos del genocidio en la Patagonia.
La mano dura se impone como un elemento de la coyuntura y se vuelve a cobrar la vida de otro joven mapuche, Elías Garay en Costa del Ternero y dejo gravante herido a otro. Las similitudes con el caso de Rafael son innegables, una campaña mediática de odio, zonas militarizadas y grupos armados que asesinan impunemente en el bosque.
Las movilizaciones en las principales ciudades de la región ante el asesinato de Elíascomo también las hubo cuando asesinaban a Rafael y a Santiago, sumando a todas las movilizaciones a lo largo y ancho del país contra el gatillo fácil y la represión institucional marcan el camino para mostrar que el pueblo trabajador y popular no olvida, que va a luchar contra la impunidad y que ante la muerte de uno de los nuestros, 10 nos levantaremos. ¡Marichiweu, marichiweu! |