El pánico se apoderó este viernes de las bolsas del mundo, que se desmoronan con fuertes caídas ante el temor de los inversores por la nueva variante sudafricana del coronavirus que la OMS calificó como "preocupante" y que se denominará Omicron.
El miedo de los "mercados" se debe a la posibilidad de que la nueva variante, de múltiples mutaciones, sea aún más contagiosa que la Delta y pueda incluso volver ineficaces a las vacunas actuales. Decenas de organizaciones en todo el mundo ya habían denunciado hace más de un año que la negativa a liberar las patentes de las vacunas iba a derivar en nuevas variantes potencialmente más peligrosas, por el escaso nivel de vacunación en los países más pobres. Ya lo vimos con la variante Delta en India y ahora con la encontrada en Sudáfrica, donde tan solo el 10 % de la población tiene la pauta completa de dos dosis.
Todos los mercados europeos contabilizaron importantes descuentos, que son del 3,86 % para Madrid, del 3,21 % para París, del 2,93 % para Milán, del 2,58 % para Londres y del 2,57 % para Fráncfort.
En el caso del Euro Stoxx 50, que agrupa las principales compañías europeas, la caída es del 2,88 %.
En Asia, la Bolsa de Tokio cerró hoy con una caída del 2,53 % de su principal indicador, el Nikkei, debido a los temores por la nueva variante de la COVID-19 detectada en Sudáfrica y el ritmo global de contagios, junto a un fortalecimiento del yen.
El índice de referencia de la Bolsa de Hong Kong, el Hang Seng, registró hoy pérdidas del 2,67 % en una jornada de pérdidas generalizadas y pronunciadas, en particular entre los gigantes digitales chinos y los operadores de casinos.
La Bolsa de Seúl cayó hoy y su principal indicador, el Kospi, perdió un 1,47 % ante la preocupación que genera en el parqué el volumen de contagios en Europa y a nivel doméstico y el descubrimiento de una nueva variante.
También los mercados de valores del Sudeste Asiático cerraron este viernes con fuertes caídas arrastrados por los temores generados por la nueva variante del coronavirus detectada en el sur de África.
Asimismo, el petróleo también está protagonizando importantes descensos, que son del 5,87 % en el caso del Brent, el de referencia en Europa, hasta situarse en 77,39 dólares el barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI), de referencia en EE.UU. también pierde un 6,67 % y se sitúa en 73,16 dólares, antes de la apertura oficial del mercado.
Primer caso europeo
Al mismo tiempo que se desmoronaban las bolsas, las autoridades sanitarias de Bélgica anunciaron que detectaron el pasado 22 de noviembre un caso de la nueva variante sudafricana del covid-19, según informó el ministro de Salud Pública, Frank Vandenbroucke.
La paciente infectada es una mujer adulta joven no vacunada que desarrolló síntomas once días después de viajar a Egipto a través de Turquía y que asegura no haber tenido contacto con personas del sur de África, informó el Laboratorio Nacional de Referencia.
La mujer, al parecer, no ha tenido contactos de alto riesgo fuera de su casa y ningún miembro de su familia desarrolló síntomas por el momento, añadió el Laboratorio Nacional de Referencia, que está llevando a cabo una investigación exhaustiva.
En la misma conferencia de prensa en la que Vandenbroucke informó de este caso, el primer ministro belga, Alexander De Croo, dijo que su Gobierno tiene previsto introducir nuevas restricciones a los viajes de entrada procedentes del sur de África.
"Estamos activando un procedimiento al respecto", dijo brevemente De Croo.
Esto supondrá una cuarentena obligatoria de 10 días para quienes regresen de esa región y residan en Bélgica, y una "prohibición" de entrada para los no residentes, sin especificar qué países se verán afectados, según explicó.
La reacción belga sigue a la de varios países europeos que decidieron desde el jueves a la noche imponer una serie de restricciones a los viajeros provenientes del sur de África.
Estas restricciones han sido rechazadas por varios organismos de salud de África: "África CDC desalienta enérgicamente la imposición de prohibiciones de viaje a las personas originarias de los países que reportaron esta variante", señaló el organismo de la Unión Africana (UA) en un comunicado.
"De hecho, durante esta pandemia hemos observado que imponer prohibiciones a los viajeros de los países donde se reporta una nueva variante no ha producido un resultado significativo", recalcó esta institución sanitaria.
Nueva variante
La detección de una nueva variante del coronavirus en Sudáfrica, identificada como B.1.1.529, preocupa a la comunidad científica porque presenta una amalgama de más de 30 mutaciones que, si bien algunas ya se habían observado en otras variantes, como la beta, esta es la primera vez que se ven juntas.
Esto es lo que ha provocado que esté bajo vigilancia y que se le otorgue el potencial de mayor transmisibilidad y una posible capacidad para escapar del coronavirus, explicó a la agencia Efe el investigador Iñaki Comas, del Instituto de Biomedicina de Valencia (España), quien no obstante señala que aún es pronto para saber su verdadero impacto.
"Sin alarmismo, pero debemos vigilar y ver cuál es su trayectoria y tomar las medias necesarias, en el caso de que sean necesarias".
Según Comas, "es una variante que ha acumulado un número muy alto, mayor que otras veces, de mutaciones en la proteína de la espícula -la que usa el SARS-CoV-2 para entrar en la célula humana- y lleva una combinación de mutaciones que no habíamos visto antes".
Por ejemplo, en la variante alfa se habían identificado mutaciones que se creen estaban relacionadas con una mayor transmisibilidad del virus y en la variante beta con una reducción de la capacidad de los anticuerpos para combatirlo. Ahora, dice Comas, las mutaciones se observan juntas.
"Lo que hace saltar la voz de alarma no es tanto que de momento no sepamos lo que hace sino el potencial que podría tener, por eso se llaman variantes bajo investigación", afirma el científico, quien recuerda que en otras ocasiones se han identificado variantes con mutaciones preocupantes que luego han desaparecido o han sido desplazadas.
Comas insiste en que lo que se sabe hasta ahora es que existe una combinación muy preocupante de mutaciones pero no qué efecto tienen juntas, y relata que los laboratorios de Sudáfrica y otras partes del mundo están estudiando "a la carrera" si la variante reduce la eficacia de la neutralización del virus por anticuerpos y la efectividad de las vacunas, además de su crecimiento epidemiológico.
Parece, dice, que en Sudáfrica está siendo rápido, lo que implicaría una mayor transmisibilidad. No obstante, según la experiencia con otras variantes, "necesitamos verlas en otros contextos, en otros países, para saber si realmente es una transmisibilidad mayor intrínseca a la variante -lo que preocuparía más- o si hay algún factor epidemiológico que lo incremente".
En cuanto a las vacunas, detalla que algunas de las mutaciones detectadas en otras variantes reducían un poco su efectividad, pero aún así estas seguían siendo muy buenas. Ahora, en B.1.1.529, con varias mutaciones conocidas combinadas, hay que estudiarlo, dice el que fuera director, durante la pandemia, del consorcio SeqCovid-Spain, que secuenció miles de muestras.
Ayer las autoridades sanitarias sudafricanas confirmaron la detección de esta nueva variante, que presenta "una constelación muy inusual de mutaciones", pero su "significado aún es incierto", explicó el profesor Tulio de Oliveira, de la Plataforma de Innovación en Investigación y Secuenciación de KwaZulu-Natal (KRISP, una institución científica del este de Sudáfrica).
"La variante nos sorprendió, tiene un gran salto evolutivo, muchas más variantes de las que esperábamos, especialmente después de una tercera ola de (variante) delta muy severa", señaló Oliveira.
"Podríamos ver potencialmente esta variante expandirse muy rápido", lamentó este especialista, en base a los datos recogidos en la provincia sudafricana de Gauteng (en la que se encuentran Johannesburgo y Pretoria), donde en los últimos días el número de casos de covid-19 aumentó significativamente.
La preocupación que genera esta nueva variante, está inscripta en la irracionalidad capitalista ante una pandemia como la actual. Desde el primer momento se apuntó a garantizar las ganancias por sobre las vidas de las personas, sea desde posiciones abiertamente negacionistas como las de Trump o Bolsonaro o con medidas que eran más punitivas que sanitarias como los confinamientos masivos o los toques de queda que se aplicaron en la mayoría del mundo.
Pero el punto de mayor irracionalidad llegó con la llamada "guerra de las vacunas". El lobby del llamado Big Pharma (las grandes farmacéuticas y laboratorios del mundo) respaldados por los gobiernos de los principales países imperialistas, impidieron la liberación de las patentes de las vacunas lo que hubiera redundado en la fabricación masiva y a escala global de las dosis necesarias para inocular en tiempo récord a la población mundial. Por el contrario, mientras que en los países ricos se acaparaban la mayoría de las vacunas y se comenzaba a dar una tercera dosis a su población en los países pobres y en continentes enteros, como es el caso de África la mayoría no contaba con más del 5% de su población vacunada. Esto permite una circulación comunitaria masiva del virus que deriva indefectiblemente en la aparición de nuevas variantes. Ya lo vimos en la India con la variante Delta y ahora en Sudáfrica con la nueva variante. |