La pequeña isla caribeña de Barbados es desde las primeras horas de este martes la república más joven del mundo y otro país presidido por una mujer, a partir de la jura de de Sandra Mason como mandataria y de la entrada en vigencia de su decisión de cortar lazos con el Reino Unido.
Aunque es formalmente independiente del Reino Unido desde 1966, la ruptura con la reina Isabel II, al dejar de reconocerla como jefa de Estado, Barbados cambia su estatus de monarquía constitucional a república, con la toma de posesión como primera presidenta del país de la jurista Sandra Mason.
El paso al estatus republicano coincidió con el 55 aniversario de la independencia de la isla caribeña, que fue una colonia británica hasta 1966 y que hasta hoy continuó vinculada a la Corona.
Tras un saludo de 21 disparos, Mason juró el cargo y aseguró que con esta transición los barbadenses, cerca de 280.000 habitantes, podrán "aprovechar al máximo" la esencia de su soberanía.
Mason, que fue elegida presidenta el pasado 20 de octubre, dijo "Durante décadas hemos tenido discursos y debates sobre la transición de Barbados a una república. Hoy el debate y el discurso se han convertido en acción".
A la ceremonia fueron invitados líderes de algunos países de la Comunidad del Caribe (CARICOM), así como el destacado exjugador de críquet Garry Sobers y la famosa cantante Rihanna, ambos de Barbados.
Sin embargo, también estuvo presente el príncipe Carlos, heredero al trono británico, que tuvo que recordar "las espantosas atrocidades de la esclavitud" durante la época colonial y destacar que la población de la isla "ha forjado su camino con extraordinaria fortaleza, emancipación, autogobierno e independencia".
No es para menos, la decisión de romper con el imperio británico se aceleró entre los habitantes de la isla durante los últimos años. El brutal asesinato racista de George Floyd en Estados Unidos, que tuvo repercusión mundial y desató fuertes movilizaciones antiracistas y anticolonialistas, que incluyeron el derribo de estatuas de conocidos esclavistas, fue uno de los motores de ese agudo malestar.
De hecho, el año pasado el gobierno de Barbados se vio obligado a retirar una estatua del "héroe" naval británico Horatio Nelson de una plaza de la ciudad, por su defensa de la trata colonial de esclavos.
Y durante la ceremonia de este lunes a la noche un grupo de manifestantes intentó realizar una movilización, que fue prohibida por el Gobierno, para repudiar la presencia del príncipe Carlos en el lugar.
Otro de los hechos que aceleró la decisión fue el maltrato brutal que sufren los migrantes antillanos dentro de Reino Unido. El caso más resonante es el conocido como Escándalo Windrush, cuando en 2018 cientos de personas que fueron detenidas injustamente, se les negaron derechos legales, se amenazó con deportarlas y, en al menos 83 de ellos fueron efectivamente deportados injustamente.
Una encuesta reciente ya mostraba que más del 60% de los barbadenses estaban a favor de convertirse en república, mientras que aproximadamente una de cada 10 personas prefería para mantener el status quo. El relevamiento también sugería que cualquier admiración personal por la reina Isabel II que hubiera sobrevivido a la era colonial se ha desvanecido desde hace mucho tiempo. De hecho, ya pocos de los encuestados podían nombrar a otros miembros de la familia real.
Barbados se convirtió así este martes en el cuarto país de la Comunidad del Caribe en sustituir a la reina Isabel II por un presidente, siguiendo los pasos de Guyana, Trinidad y Tobago y Dominica.
Los actos ceremoniales para conmemorar la transición política a una república y el 55 aniversario de la independencia continuarán durante este martes en Bridgetown.
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