Este jueves Débora Giorgi dejó la Secretaría de Comercio Interior de la Nación. Lo hizo aunque aun no había sido designada formalmente para el cargo. Este hecho suena entre las razones que la habrían llevado a tomar la decisión.
Giorgi actuaba en común con Roberto Feletti, el funcionario que está al frente de esa cartera desde la partida de Paula Español. Ese cambio en la conducción de la secretaría había sido uno de los coletazos de la derrota electoral que dejaron las PASO.
El ex diputado nacional había llegado al Gobierno para, según el relato oficial, imponer una fuerte pelea contra los formadores de precios. A casi dos meses de su arriba, la situación inflacionaria está lejos de calmarse. Los precios de los productos alimenticios se mantuvieron en un alza persistente. La dureza que mostró Feletti en las palabras no implicó ningún freno real a esa escalada. Aun sin estar designada, Giorgi era parte de esas negociaciones con empresarios.
Como ocurre con casi todas las internas que cruzan al Frente de Todos, en este caso no hay versiones oficiales alrededor de lo ocurrido. Los trascendidos y rumores tienen que ver con un presunto malestar entre Giorgi y el titular de la cartera de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Cuánto hay de verdad en eso es algo imposible de saber.
Más allá de las especulaciones posibles, un dato concreto habla por sí sola: a casi dos meses de haber llegado a la cartera nunca se formalizó su incorporación, cuestión que depende de Kulfas.
Las internas en el Frente de Todos no son novedad. Recorren el espacio desde su formación. Sin embargo, se hicieron más evidentes luego de la derrota electoral de las PASO. Esto no quita que -más allá de los cruces- todo el espacio comparte la decisión de acordar con el FMI para pagar la deuda odiosa que dejó el macrismo. |