Esto es un aumento del 17% respecto a los resultados del año anterior entregados por el informe anual entregado por Panorama Global Humanitario (GHO). La extrema pobreza crece en el mundo. El 2021 se estima un record histórico de unas 283 millones de personas que podrían estar sufriendo inseguridad alimentaria aguda o de alto riesgo en 80 países, afectando mayoritariamente a las mujeres y niños.
El índice de precios de los alimentos a nivel internacional, calculado por la FAO, señala un aumento de casi el 40% desde que comenzó la pandemia. Este año, según los datos, en 17 de los más de 60 países con planes humanitarios (HRP), el impacto del Covid empujó a 20 millones de personas a la extrema pobreza. Más de 30 no han podido vacunar al 10% de su población. Más del 1% de la población mundial está siendo desplazada de los territorios y países por las crisis. Y estas cifras siguen creciendo de manera alarmante.
Según las Naciones Unidas, el costo para ayudas de emergencia para las 183 millones de personas más vulnerables en el mundo durante el próximo año, asciende a 41 mil millones de dólares. Un aumento enorme respecto a este año, para el que se había dispuesto un monto 35 mil millones. Hace cuatro años era la mitad.
Martin Griffiths, subsecretario general de la ONU para asuntos humanitarios, señaló ayer que este panorama de agudización de la miseria se debe a la “tormenta perfecta” de la crisis climática y la pandemia combinadas. Pero lo que no dice es que una y otra no son fenómenos naturales independientes de la actividad humana, sino causa de ella. Se deben a la irracional depredación capitalista del medio ambiente, el saqueo de la riqueza por un puñado de mil millonarios en el mundo y la violencia de los gobiernos de las clases explotadoras en todo el mundo. Los trabajadores y los pobres del mundo debemos unirnos para enfrentarlos y detener la catástrofe que nos amenaza.
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