Deportistas de la Primera División del Básquet de La Plata, Berisso y Ensenada lanzaron un Comunicado para denunciar violencia, discriminación y abuso institucional dentro de la disciplina, y le dieron forma al Colectivo “Nos Plantamos”.
Hace algunos días en Instagram, varias jugadoras del básquet platense difundían una serie de placas desde la cuenta Nosplantamos.lp con una consigna clara: “No nos callamos más”. La proclama planteaba algo que lamentablemente es moneda corriente en los deportes practicados por mujeres y disidencias sexuales: la violencia machista y todas las formas de expresión de la misma. En palabras de las participantes del Colectivo, el Comunicado es “en pos de luchar en contra del maltrato, violencia, discriminación y abuso institucional dentro del Básquet”.
“Muches hemos sufrido o presenciado actos de violencia y conocemos cómo el sistema patriarcal en el que vivimos tiñe enormemente nuestro desempeño en la Institución, dentro y fuera de las canchas. Afectando así nuestros trabajos, nuestro derecho al disfrute del deporte y nuestra integridad física y mental”, continúa la nota, y finaliza mostrando que hay organización y fuerzas para enfrentar una pelea que reivindican colectiva y que recién comienza: “Por esto creemos necesario levantar la voz para que ya no se tolere más ningún tipo de maltrato. Es entonces que con el objetivo de visibilizar estas situaciones y cuestionarnos las realidades que atravesamos nos levantamos en lucha para exigir BASTA DE VIOLENCIA EN EL BASQUET, NOS PLANTAMOS”.
El detonante de la carta
La denuncia concreta, algo así como el agua que rebasó el vaso, da cuenta de una situación de violencia sufrida por una oficial de mesa en un partido del masculino que se disputó el 1 de noviembre entre Unidos del Dique y Estrella de Berisso. El maltrato hacia la compañera trabajadora se dio por parte del elenco “Cebra”, como se conoce a los berissenses, pero contó con la complicidad por acción u omisión de los árbitros del partido.
Este repudiable hecho y una serie de otros tantos que venían padeciendo las jugadoras, derivó en un agrupamiento de las mismas y, plantándose lejos de una actitud pasiva, van a la acción y se definen “Ni víctimas, ni cómplices, no nos callamos más”.
Las jugadoras del Colectivo “Nos Plantamos”, dialogaron con La Izquierda Diario y contaron: “La carta surge como un modo de visibilizar una situación en particular, pero también dar voz a muchas situaciones similares que vienen ocurriendo desde hace tiempo. Para quienes no la pudieron leer, se llama "Carta al cambio" y la redacta una jugadora del colectivo de jugadorxs de básquet de la ciudad de La Plata, Berisso y Ensenada, con todo el apoyo de dicho colectivo. En este documento se relata una situación de violencia simbólica y verbal, de parte de un jugador hacia la compañera que oficiaba de relojera en la mesa de control, de un partido que se disputó el 1 de noviembre de 2021 entre Unidos del Dique y el Club Estrella de Berisso. El jugador insulta y destrata a la compañera y lo que nos parece más grave aún es que la dupla de árbitros, desautoriza su palabra y refiere que como no vieron la situación no pueden tomar medidas disciplinarias. Acá nos parece importante referir varias cosas, en primer lugar que la mesa de control de un partido debe funcionar como equipo con la dupla arbitral. En segundo lugar, por supuesto que dos personas (árbitros) no pueden ver todo lo que ocurre en el rectángulo de juego, en el banco de suplentes, en los cuerpos técnicos, en la tribuna; pero sí es importante que empiecen a formarse, a debatir cómo intervenir en situaciones así, y a poner sobre la mesa que no intervenir para limitar estas situaciones, puede derivar en situaciones más complejas y violentas, ya que por definición la violencia va siempre en una escalada de menos a más”.
Las deportistas agrupadas indicaron que esta situación fue elevada al Tribunal de disciplina, que resolvió que no podía acreditar la denunciada, por ende no puede tomar medidas disciplinarias: “Sí queremos destacar, que fue explícito el pedido de parte de dicho Tribunal a la Asociación de Básquet de La Plata a que genere instancias de concientización, difusión y capacitación para todas las entidades asociadas, con el objetivo de prevenir toda clase de violencia, así que estamos a la espera de estas acciones”.
Es importante dar cuenta de que no son cuestiones que únicamente les ocurren a las mujeres ni al básquet femenino. Días después de esto, ocurrió otra situación de mayor violencia, ya que no sólo fue verbal y simbólica, sino también física hacia un árbitro en el desarrollo de un partido de básquet masculino. Es decir, que es un problema mucho más amplio y complejo, expresan les deportistas que entienden que hay un problema más profundo.
El Colectivo “Nos plantamos” nos brindó un panorama de la realidad que atraviesa la disciplina en la Región, que, en sus palabras, difiere bastante según de qué categoría se hable: “Respecto de la Primera, viene manteniendo una estabilidad de alrededor de 8 y 10 equipos desde hace 10 años aproximadamente, es un buen número, permite jugar varias competencias al año. El torneo empezó por fuera de la Asociación Platense de Básquet (APB), muy a pulmón a raíz del trabajo y el esfuerzo de un grupo de jugadoras y sus DT. Luego la APB brindó apoyo, y finalmente se consolidó como organizador de las competencias, regularizando cuestiones de inscripciones y pases como corresponde”.
Si no hay semillero es “la crónica de un final anunciado”
Lo que indican las jugadores organizadas a modo de cuenta pendiente y una demanda que vienen sosteniendo hace tiempo es que esta Institución (APB) exija el armado y sostenimiento de categorías inferiores, ya que de otro modo el básquet femenino “es crónica de un final anunciado. Es decir, se necesita semillero para que haya recambio de jugadoras. Por supuesto que no es lo mismo un club del centro que va a tener llegada de cantidad de socies, y va a poder armar las Tiras de inferiores con bastante velocidad, a diferencia de un club de barrio que quizás tiene un propósito de mayor contención y no se sostiene con las cuotas sociales. Hay muchas diferencias en ese sentido entre los clubes, con lo cual obviamente habría que ver en qué condiciones esto se puede exigir, pero consideramos que no hay otra forma de construir futuro”.
Ser niña, mujer o disidencia sexual en el Básquet Platense
El problema empieza también cuando la que se quiere formar es una niña. A partir de los 14 años ya no las dejan participar de la modalidad mixto: “Hace un tiempo, por una serie de supuestos completamente prejuiciosos y adulto céntricos (presunción de que a los 14 ya son grandes y podría ocurrir que ‘algún varón toque a alguna niña’) de parte de las familias, decidieron cambiar este punto del reglamento en U14. Esto da por resultado que las niñas tienen que migrar a los escasos clubes que tienen Tira completa, y así se provoca un vaciamiento de las categorías”, indicaron desde el Colectivo. Exponen a las niñas a una probable orfandad de club y de práctica para las deportistas de esas franjas etarias que están en pleno desarrollo de sus habilidades.
Para reafirmar las absurdas diferencias que fomentan, se destaca que en la modalidad básquet 3x3, en el mismo torneo, mismas condiciones, mismo valor de inscripción, se otorgan diferentes premios (notablemente diferentes) al Masculino y al Femenino. “Se generó la Selección de Básquet de La Plata para competir a nivel provincial a través de los reiterados pedidos de jugadoras (se entrena un par de veces de cara a alguna competencia), cuando en el Masculino se realiza desde hace tiempo (entrenan todo el año como seleccionado)”, pintan así un panorama de absoluta desventaja y desvalorización del trabajo de unes y otres. Esto viene a romper con el mito y el gastado discurso de que los deportes practicados por mujeres y feminidades no generan ganancias. Lo que no hay es predisposición ni la más mínima inversión o apoyo de parte de algunos clubes, Federaciones o Asociaciones ni mucho menos una regulación del Estado para comenzar a dar pasos en pos de una equidad real.
Las jugadoras tomaron la posta y visibilizaron las demandas
“Ya estamos funcionando como colectivo. Hasta ahora está formado por jugadorxs de Primera División pertenecientes a las ciudades de Berisso, La Plata y Ensenada, y está abierto a quienes consideren sumarse. El objetivo principal es organizarnos en pos de luchar en contra del maltrato, violencia, discriminación y abuso institucional dentro del Básquet”.
Las deportistas de clubes como Gimnasia y Esgrima La Plata, Platense, Unidos del Dique, Reconquista, Meridiano V, Estrella de Berisso, Juventud La Plata, Circulo Penitenciario y Circulo Policial, se están organizando con objetivos claros: “Considerando que muches hemos sufrido o presenciado actos de violencia y conocemos como el sistema patriarcal en el que vivimos tiñe enormemente nuestras trayectorias en la institución, dentro y fuera de las canchas. Como los comentarios despectivos sobre los cuerpos, burlas, invitaciones e insinuaciones de carácter sexual, y expresiones sexistas menosprecian y profundizan la desigualdad y constituyen distintos actos de violencias”.
Las basquetbolistas que levantan esta bandera de lucha, proclaman: “Queremos transformar el deporte en un espacio libre de discriminación y violencias, justo y seguro. Por esto creemos necesario levantar la voz para que ya no se toleren más ningún tipo de maltrato. Es entonces que con el objetivo de visibilizar estas situaciones y cuestionarnos las realidades que atravesamos nos levantamos en lucha para exigir BASTA DE VIOLENCIA EN EL BASQUET, NOS PLANTAMOS”.
El avance de las mujeres y disidencias sexuales en el deporte amateur y de alto rendimiento es innegable, sin embargo todavía hay un largo camino por recorrer antes de ver una igualdad total. Las niñas, adolescentes y adultas en todo el mundo obtienen menos oportunidades, menor inversión, capacitación y seguridad cuando practican un deporte. En Argentina, varias disciplinas practicadas por nosotras y nosotres se destacan por sus logros y su potencial pero, en la misma cantidad, vemos las trabas constantes, la falta de presupuesto y el relegamiento en clubes, federaciones, asociaciones, medios de comunicación, por eso se celebra la organización de las deportistas que son las que, desde lo colectivo y la unión, logran los avances, la visibilizaciòn y un futuro posible para las que soñamos con una igualdad real, el disfrute y el progreso en el ámbito deportivo.