Tras la renuncia de Carlos Romero Deschamps hace ya dos años, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) emitió la convocatoria para la elección del dirigente nacional del gremio, cuyas votaciones se realizarán por primera vez de manera electrónica, reuniendo a más de 89 mil trabajadores que votarán el 31 de enero de 2022 de manera virtual, para elegir al secretario general del Sindicato para el periodo 2022-2024.
Este miércoles 8 de diciembre inició el primer registro de votantes al sistema de voto electrónico, el cual terminará el próximo 17 de diciembre. Posteriormente se abrirá el segundo periodo del 20 al 30 de diciembre, esto sólo será para aquellos centros de trabajo de Pemex en los que, por las características de operación y jornadas laborales de los trabajadores, no hayan podido acudir a realizar su registro durante el primer periodo.
Según indica el documento firmado por el Comité Ejecutivo General del STPRM y los 36 secretarios generales seccionales vigentes, se hizo saber que también habrá votaciones de forma presencial, instalando urnas transparentes en los domicilios próximos a conocer el 24 de enero del próximo año.
Ahora bien, del 17 al 19 de enero comenzará el registro de los candidatos y candidatas, después del 20 al 29 de enero serán las campañas electorales, para finalizar la jornada electoral que se llevará a cabo el 31 de enero, día que se darán a conocer los resultados de la elección y cuyo conteo de sufragios estará a cargo de la Comisión Nacional Electoral.
El viejo y conocido charrismo sindical
El priista Manuel Limón, ex tesorero del sindicato durante el periodo 2007 a 2018, miembro de las comisiones de Energía y Trabajo y Previsión Social, en la cámara de Diputados como legislador priista, actualmente preside el sindicato al menos de manera "interina, luego de décadas de haber sido dirigido por el charro priista Manuel Romero Deschamps quien se enriqueció a costa de los trabajadores.
El exlíder petrolero durante sus 26 como secretario general permitió también el ataque a los trabajadores al aprobar las reformas estructurales de Peña Nieto, acordar la clausura de centros laborales y refinerías, así como la incidencia de compañías extranjeras en el sector de hidrocarburos.
Pero su salida del STPRM fue parte de la política de la supuesta democracia sindical de la 4T que contenía su reforma laboral, pero que en realidad implicaba mayor injerencia del Estado en los sindicatos. Esto con el objetivo para evitar que las bases puedan hacer una experiencia por democratización de su sindicato echando a los charros a través de la autorganización para pelear por sus demandas., por lo que Esta medida orquestada por AMLO tenía como trasfondo golpear un pilar priista. Así que la burocracia sindical bajo el gobierno de la 4T sigue jugando el mismo rol como correas de transmisión de los intereses de las autoridades entre los trabajadores, mientras son la policía política dentro del sindicato para que prevalezca la ley y el orden del régimen.
¿Un nuevo charro al frente del STRPM?
Nos encontramos en un contexto de debates entre los adherentes de la 4T y la oposición neoliberal en el tema de la nueva reforma eléctrica y la participación en el sector de empresas imperialistas como Iberdrola (española) y la brasileña Odebrecht, que construyó una red de corrupción en la que participaron figuras de la administración de Peña Nieto, como el exdirector de, Emilio Lozoya Austin, recientemente ingresado al reclusorio norte.
Debido a los mecanismos impuestos para estos procesos, solo queda elegir entre unos u otros sectores del charrismo sindical, sin que la base trabajadora no pueda presentar y participar con sus propios representantes sin que haya hostigamiento, persecución y amedrentamientos.
Como trabajadores consideramos que es importante que en estas elecciones los petroleros luchen por presentar su planilla desde las bases, organizadas de manera democrática y que planteen la necesidad de arrancarle a los charros la dirigencia del sindicato para convertirlo en la herramienta de lucha para la cual fue hecho en su inicio.
Debemos prepararnos como trabajadores para que los partidos del régimen no continúen teniendo injerencia en la dirección de los sindicatos porque eso permitirá que la clase trabajadora siga siendo pisoteada y sus derechos sean aniquilados. Es necesario poner en pie a nivel nacional corrientes sindicales clasistas y democráticas, independientes de los partidos en el poder y que se organicen desde la base para arrancar de las manos de los charros nuestro sindicato y ponerlo al servicio real de sus trabajadores.
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