Kast se presentó en primera vuelta con un programa de ajuste fiscal radical que implicaba el despido de 30 mil funcionarios públicos. Se proponía reducir el impuesto de primera categoría a las empresas desde el 27% al 17%. Además de integrar 100% el sistema tributario para que las utilidades de los empresarios no paguen impuestos.
Los grandes empresarios y los partidos de la derecha tradicional veían inviable dicho programa. Su preocupación central no era, por supuesto, las condiciones del pueblo. El problema es que una reducción tan drástica de impuestos iba a significar un aumento de la deuda pública. Por eso lo moderaron, manteniendo lo esencial: se debe ir a un ajuste fiscal y el costo debe recaer sobre los hombros del pueblo trabajador.
¿Qué es un ajuste fiscal? Una reducción del gasto público que se traduce en recortes sociales, salud, educación, empleo público y ataque al bolsillo popular. Esta política es parte del dogma neoliberal que durante décadas ha defendido el FMI y que ha llevado a grandes crisis sociales y ataques al pueblo trabajador. El objetivo es favorecer la “inversión”, los negocios de los grandes empresarios y las multinacionales.
En Chile hoy tiene un rostro concreto. Ejemplos claros son el fin del Ingreso Familiar de Emergencia y el recorte del 22,5 % en la ley de presupuesto, aprobada tanto por la derecha como por la oposición. Acabar definitivamente con los retiros de los fondos previsionales es otra de las señales claves para el capital financiero.
Boric se sube al carro del ajuste fiscal
Este miércoles Gabriel Boric anunció una serie de modificaciones a su programa económico, siguiendo la pauta de su consejo asesor económico. Recordemos que en ese consejo hay importantes economistas neoliberales, incluido Roberto Zahler que fue presidente del Banco Central durante el gobierno de Aylwin.
El objetivo central de este Consejo Asesor fue rayarle la cancha a Boric en materia económica con dos condiciones fundamentales: comprometerse con respetar el Presupuesto 2022, que elimina el gasto extra de la pandemia, para "acompañar al Banco Central en la tarea de estabilizar la inflación". Asimismo, el grupo le sugirió mantener una trayectoria de consolidación fiscal en línea con las recomendaciones del Consejo Fiscal Autónomo (CFA) y aportar contener la deuda pública.
El candidato del Frente Amplio y el Partido Comunista (ahora apoyado por toda la ex Concertación) asumió dicho programa. Tan es así, que en TVN Gabriel Boric apoyó la posición del gobierno de Piñera: eliminar el IFE, subsidiar la creación de empleos y comprometerse con las metas fiscales.
Esto significa que el próximo sí o sí será de ajuste fiscal y retroceso en las condiciones de vida del pueblo trabajador. Los capitalistas ya lo celebran: el alivio económico momentáneo que significó el gasto social durante la pandemia se acabó.
Los grandes empresarios apuestan por una restauración del orden y la gobernabilidad, con una agenda de ajuste fiscal y ataques al bolsillo popular. Hoy se encolumnan claramente detrás de la candidatura Kast, tal como lo transparentó Luksic. Pero impulsarán esta agenda aún si éste pierde. Boric hoy representa otro tipo de restauración, que es la de la reconstrucción de una centroizquierda y un camino socialdemócrata para asegurar la gobernabilidad.
Lester Calderón, ex candidato para Antofagasta y líder sindical, le dijo a La Izquierda Diario: Es por esto que desde hoy debemos plantear una alternativa que retome la agenda de la rebelión de octubre y un programa que parta por un aumento de los salarios que retroceden con la inflación, pensiones, salud y educación y avance a medidas estructurales como es la nacionalización de los recursos naturales bajo gestión de trabajadores y comunidades. Y comenzar a preparar desde hoy el camino de la movilización para enfrentar este plan de los grandes empresarios. | 
