Juana Rivas fue condenada a dos años y medio de prisión por sustracción de menores al no entregar a sus hijos a su exmarido, condenado por violencia de género en 2009. Un caso que causó gran indignación popular. Cantidad de actos y movilizaciones, muchas convocadas por el movimiento de mujeres en ante un claro ejemplo de cómo actúa la justicia patriarcal.
Juana entró en prisión el pasado 11 de junio y no fue hasta el 16 de noviembre cuando el Consejo de Ministros decidió conceder un indulto parcial a Juana.
El tardío y parcial indulto llegó tras la movilización y organización del movimiento de mujeres. Un centenar de asociaciones feministas hicieron llegar a la ministra de Justicia una petición de indulto para Juana respaldada por más de 4.000 firmas.
Aunque la Fiscalía y el propio Tribunal Supremo se opusieron a concederle un indulto total, la gran movilización, indignación y presión de la opinión pública que desató el caso de Juana Rivas entre el movimiento feminista, determinó que se adoptara una medida de gracia parcial que evitase en principio su cumplimiento en prisión.
Sin embargo el indulto parcial como vemos no es determinante, el mismo juez que condenó a Juana, Manuel Piñar, ahora ha denegado la petición de su abogado, apoyada por la Fiscalía General del Estado, de suspender la pena de prisión que cumple Juana desde junio ya que según él, "Juana podría representar un grave peligro para sus hijos".
El caso de Juana Rivas sigue evidenciando el carácter patriarcal de las instituciones del Estado y la necesidad de desarrollar una gran movilización para romper con las injusticias amparadas por el patriarcado y las instituciones. |