La inflación y la tasa de interés: argumento del gobierno
El argumento del gobierno y del Banco Central es la necesidad de controlar la inflación, este control según la política económica neoliberal del gobierno se da por medio de la reducción de la oferta de dinero para el consumo, ya que con altas tasas de interés se hace más caro el consumo a plazo e inversiones financieras se hacen más lucrativas, más rentables, lo que desestimula la inversión de empresarios para el aumento de producción y nuevas unidades productivas. Ese mecanismo de aumento en las tasas de interés tiene el efecto monetario de reducir la demanda por productos, a partir de un diagnóstico de que la inflación en Brasil es causada porque la población está consumiendo demasiado, es decir, exceso de consumo y de dinero circulando.
Este diagnóstico neoliberal de la inflación tiene como resultado la mayor depreciación de los salarios de los trabajadores, encarece las deudas de los trabajadores y valoriza la renta de los inversores y de los capitalistas banqueros y empresario. El Banco Central no está preocupado por atacar la inflación de los productos básicos, de alimentos, remedios y otros productos que aumentan directamente el costo de vida de los trabajadores, al contrario, Dilma, Levy y los gobernadores estaduales aumentaron tarifas y tasas, atacaron derechos como el abono salarial y el seguro desempleo, que afectan principalmente los trabajos más precarios.
La respuesta de las centrales sindicales oficialistas
Al revés de lo que afirman las centrales sindicales que defienden el gobierno que anteayer (28) realizaron un acto en contra del aumento de la tasa de interés, el problema no es solo la “política económica de Levy”. La política económica neoliberal de Levy es la misma política de Dilma y del PT, que gobiernan para las ganancias de los patrones, de los latifundistas y bancos, que a pesar de la crisis continúan aumentando sus ganancias, despidiendo a trabajadores. Solo una construcción desde las bases, en cada lugar de trabajo, de una campaña contra los ajustes para que los costos de la crisis salgan de la renta y de las ganancias de los empresario y no de los bolsillos de los trabajadores.
Está planteada la articulación en todo el país de una lucha independiente de los gobiernos y en defensa del empleo, por la reducción de la jornada de trabajo, sin reducción de salario, y por el no pago de la deuda externa, tarea que también está planteada para la izquierda y las centrales sindicales combativas y no oficialistas.
Aumento de la deuda pública y más ajustes
La decisión del Banco Central ocurre una semana después de que su presidente Levy y el ministro de Planificación Nelson Barbosa anuncien la reducción de la menta del superávit fiscal y el aumento en los recortes de los gastos públicos y un nuevo incentivo a las concesiones en el sector de infraestructura (que son una forma de privatización). Los bancos internacionales y el FMI quieren presionar en el sentido de aumento en el esfuerzo fiscal y en los ajustes, al tiempo que a cada aumento en la tasa de interés la deuda externa en dólares de Brasil se encarece. De esta manera, dinero público está siendo crecientemente drenado al exterior, a los países ricos imperialistas que están también bajo los efectos de la crisis económica mundial.
El aumento de la tasa Selic ocurre en medio de especulaciones de los mercados y aumento del chantaje de los bancos de inversión imperialistas como Standard&Poor’s para presionar al gobierno a que le de continuidad a los ajustes con más recortes en los gastos sociales y privatizaciones.
La Selic en Brasil y la tasa de interés de Estados Unidos
En una reunión esta semana la FED (Banco Central norteamericano) mantuvo la tasa de interés entre 0 y 0,25%. Un aumento en la tasa de interés por allá debe presionar hacia un nuevo aumento de la tasas de interés en Brasil, ya en las próximas reuniones del Comité de Política Monetária (Compom) en septiembre y octubre.
La única perspectiva de política económica de salida a la crisis debe partir de la lucha de los trabajadores, de la juventud y del pueblo pobre, solo así el control de la inflación de los alimentos, la reducción de las tarifas de los servicios, el aumento real en los salarios y en el nivel de empleo, así como mayores gastos en infraestructura social serán posibles. |