En el marco de la discusión por el presupuesto de ajuste presentado por Guzmán para el año que viene, y que hoy se discute en Diputados, el gobierno anunció la extensión del Plan Progresar para jóvenes de 16 y 17 años.
En su discurso, Alberto Fernández relató el origen del financiamiento para la extensión de este plan, señalando que un día "vino Máximo a Olivos" y le comentó su idea de "un aporte solidario a las grandes fortunas". "Y lo hicimos, un gran número de las fortunas hicieron su aporte solidario y es gracias a ese aporte que hoy hacemos esto", démosle un aplauso a quienes lo hicieron y que el resto reflexione".
Obviando la última frase, en donde el presidente llama a aplaudir a los sectores que más se enriquecieron con Macri; a aquellos que serán beneficiados con las "pasantías" que Horacio Rodríguez Larreta quiere imponer a los pibes y pibas que transitan por el secundario en CABA, el gobierno hace una clara reivindicación del impuesto extraordinario a las grandes fortunas, con el cual según dijo Alberto, se financia esta beca.
Hoy Lucía Ortega, economista de La Izquierda Diario, señaló que "hay una importante incógnita con la ejecución de lo recaudado este año por el ’aporte extraordinario’. Según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, al mes de octubre de 2021, del Aporte Solidario y Extraordinario se ejecutó el 100 % en programas y proyectos Energía (IEASA), cuyos recursos están orientados fundamentalmente al fracking en Vaca Muerta, con fuerte impacto en el ambiente."
Por último señaló que "en un contexto de fragilidad social y elevada pobreza que según el Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina se ubica en 43,8 % y entre niños y jóvenes llega al 64,9 %, se ejecutó apenas el 12,1 % de los destinado a Becas Progresar, y no se conoce el destino de los fondos al Renabap (Registro Nacional de Barrios Populares) para urbanización."
A lo largo de los discursos se fue resaltando con mucho énfasis que la juventud es el futuro y que por eso el gobierno hoy invierte en educación y cultura. Vemos, tristemente que en este mismo ámbito se recortó hacia el año que viene 7 % en el presupuesto para "educación y cultura", e incluso para la educación superior, el ajuste llega al 5 % en términos reales de cara al 2022. A todo esto se le suma las condiciones edilicias de las escuelas de todo el país, los salarios de miseria hacia los docentes y no docentes en las facultades y escuelas, e incluso la altísima deserción vista en estos dos años de gobierno.
Lejos de los discursos Fernández, que planifican presupuestos esperando un 33 % de inflación, pero son los propios especialistas y consultoras relevadas por el Banco Central quienes esperan una inflación del 52 %, es que encontramos la realidad de la juventud cada día más hundida en trabajos precarios o desempleada, que un plan como el Progresar o un mismo IFE son mas que necesarios pero hoy se encuentran completamente insuficientes.
En lo que va del gobierno de Alberto Fernández se ajustó en sectores esenciales como la salud y educación, tomando como prioridad pagar la deuda a los acreedores privados y al Fondo Monetario Internacional, en detrimento de los salarios, las condiciones laborales o de estudio, y de las propias condiciones de vida.
Hoy casi el 44 % de los argentinos se encuentra por debajo de la línea de la pobreza, y el caso de los jóvenes es aun peor, llegando a más del 64 %. Hay que revertir las prioridades cuanto antes, no solo luchando por mayor presupuesto para educación, sino peleando para que el conjunto de las condiciones de vida mejoren y no se sigan viendo deterioradas día a día.
El pasado 11 de diciembre, fuimos miles de jóvenes, estudiantes, mujeres y trabajadores quienes llenamos Plaza de Mayo en un enorme acto contra el pago de la deuda al FMI. Que las partidas presupuestarias no se apliquen en su totalidad no es un accidente, que se recorte en salud o en educación, o incluso que se quiera duplicar en dos años la cantidad de efectivos de la Policía Bonaerense (esa misma que día a día se viene cobrando la vida de jóvenes y trabajadores) es una decisión del gobierno que ahorra para seguir pagándole a los multimillonarios e invierte en mayor represión para cuidar sus intereses. |