Comunidades originarias de la zona centro y norte de la provincia denuncian tala indiscriminada, son varias las empresas involucradas, con anuencia del Ministerio de Ecología y RNR.
El irracional arboricidio una vez más acecha a los pobladores de la comunidad Ka a kupe quienes denuncian que en dos años el gobernador de la provincia Oscar Herrera Ahuad, no ha tenido tiempo para atenderlos.
La selva misionera ya está mostrando signos avanzados de extinción, la selva está pulverizada”, pero esta es una lucha que no se abandona, El 06 de este mes nuevamente la Comunidad ha realizado una denuncia en la comisaria del pueblo por amenazas, daños y disparos, recibidos por parte del personal de la empresa CARBA (empresa autorizada al desmonte por el ministerio de ecología), pero una vez mas no fueron escuchados, así que conjuntamente con su abogada Roxana Rivas, tomaron la decisión de presentar una denuncia ante la Fiscalía de Instrucción II de la ciudad de Oberá (Misiones); además agregan que en el territorio donde están siendo talados los árboles y de manera indiscriminada pertenece a la comunidad Ka a Kupe, reconocida por Ley 26.260 por Res. N° 251.
Otra Comunidad perjudicada es la Mbya guaraní Tekoa Alecrín de San Pedro que vio agredida la selva en que se desarrolla su vida. Primero por la instalación de una tranquera que les cierra el paso dentro su territorio- relevado por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) en el marco de la Ley 26160 - más adelante encontraron tres planchadas y que cincuenta añosos árboles nativos habían sido tumbados, por ello se presentaron ante la Comisaria local para efectuar la denuncia de este hecho que afecta mucho más que a la Comunidad, el daño es para todos.
El día 10 de diciembre presentaron un pedido de suspensión de corte y exigiendo conocer, si existieran, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y el Plan de Manejo propuesto por la empresa ante el Ministerio de Ecología y RNR - hoy a cargo del nuevo Ministro Víctor Kreiman - que en el 2015 con disposición 00366 autorizó el apeo en el lote en cuestión, otra vez es una Comunidad la que tiene que salir a defender el monte.
El dia 16 de diciembre, se llevó a cabo una reunión en mesa diálogo en la Municipalidad de San Pedro para regularizar el conflicto que atraviesa la comunidad Alecrin. Pero no hubo acuerdo. En enero se retomarían las negociaciones.
Fuera del predio de la municipalidad se movilizaron vecinos y vecinas con carteles y pancartas en apoyo y solidaridad por el conflicto que atraviesa la comunidad, hubo intervenciones artísticas y finalizada la reunión se retiraron pacíficamente.
A pesar de la mesa de diálogo, las autoridades provinciales, parecen privilegiar estas acciones destructoras del ambiente y en favor del bolsillo de unos pocos. Parecen ser ya parte del paisaje los camiones transportando los árboles. La única voz permanente es la de las comunidades que ven cómo se destruye su hábitat, privándolos del derecho humano de la vida.
La empresa “Hijas de Juan Harriet” está autorizada por el Ministerio de Ecología bajo el marco del Plan de Aprovechamiento de uso forestal bajo la disposición 00366/2015, para destruir más de 500 hectáreas de monte nativo violentando derechos de Pueblos preexistentes. Pusieron tranqueras que interrumpen el paso de los originarios hacia zonas de recolección de frutas y medicinas, no llevaron adelante la obligatoria consulta previa, libre e informada establecida en el Convenio 169 de la OIT del que Argentina es firmante, la misma Constitución Nacional en su artículo 75 inc.17 y la Ley 26331. Todos estos instrumento exigen la participación y respeto de los derechos de los Pueblos Originarios, al saltearse todos estos pasos obligatorios la autorización otorgada a la empresa es nula, carece de todo valor por lo que el apeo podría llegar a considerarse ilegal.
Este conflicto lleva varios años, y la situación se repite a lo largo del territorio, por un lado el Estado reconoce a las comunidades a través del INAI y por otro autoriza a las empresas privadas a desmontar grandes áreas de bosque nativo de gran importancia ecosistémica disfrazando dicha actividad bajo el slogan de “extracción sustentable de árboles nativos” a lo que realmente es depredación de nuestros recursos y pérdida de biodiversidad .
En comunicación con EMIPA (Equipo Misionero de la Pastoral Social Aborigen), se confirmó que al día 13 de diciembre del 2021 esos 50 árboles nativos talados ya no se encuentran en el lugar, es decir la empresa logró sortear las prohibiciones de la comunidad y transportarlos a un destino indefinido. Una vez más se siguen produciendo talas indiscriminadas de árboles nativos y las autoridades encargados responsables de ecología y el gobierno provincial siguen ausentes, mientras el Misionerismo sigue el negociado de biodiversidad, cambio climático, y vendiendo el oxigeno del pulmón verde del país sin hacer nada a favor de la selva misionera.