Según ha desvelado en la tarde de este jueves ElDiario.es, el ministro de Universidades, Manuel Castells, dejaría de formar parte del gobierno de coalición. Sale por tanto uno de los ministros propuestos por Unidas Podemos y que ha recibido una mayor contestación por parte de la comunidad universitaria por su proyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitaria (LOSU).
Este mismo jueves las universidades catalanas vivían una primera jornada de huelga y manifestaciones en contra de la LOSU y la [ya aprobada Ley de Convivencia Universitaria (LCU), que actualiza el régimen interno de las universidades y que también ha sido duramente cuestionada por el movimiento estudiantil por contener elementos de persecución de la organización y protesta en los campus.
La LOSU ha cosechado el rechazo de la mayor parte de los sindicatos y organizaciones estudiantiles, que la han considerado una profundización del modelo de universidad-empresa inaugurado hace 20 años con la LOU del PP de Aznar y la aplicación del Plan Bolonia bajo el gobierno de Zapatero.
Entre los puntos más criticados estaba el aumento del peso de las empresas en el gobierno de la universidad, el plan de eliminación de contratos precarios a costa del despido de miles de docentes en esta situación y un nuevo sistema de prácticas que convertía a los universitarios en una legión de trabajadores baratos y sin derechos durante sus estudios.
Tampoco Castells ha logrado el apoyo de los rectores y otros sectores de la casta universitaria por motivos bien diferentes, la defensa de la llamada “autonomía universitaria” de la que se vienen valiendo desde hace años para ser parte y beneficiarios del modelo de universidad cada vez más mercantilizado y elitizado.
Este mismo punto, el grado de centralización del modelo universitario, ha generado también a Castells tensiones con el principal socio parlamentario del gobierno, ERC, aunque, como se ha visto con los Presupuestos, nada insalvable para Rufián y la Generalitat.
El sustituto que previsiblemente ocupará la cartera será Joan Subirats, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona y hasta hace unos meses concejal de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Barcelona. Se trata de una de las piezas fundadoras y claves del proyecto de los Comunes de Ada Colau, y por lo tanto mantendrá así la cuota de esta formación en el gobierno (también Castells asumió a propuesta suya).
El cambio de ministro es una muestra de las contradicciones del gobierno progresista para sacar adelante una ley que consolida y profundiza el modelo de universidad neoliberal. Un ventaja coyuntural que se debería aprovechar de parte del movimiento estudiantil y los sindicatos de PDI y PAS que se oponen a la reforma, para avanzar en organizar una respuesta a la altura del ataque que logre tumbar la LOSU y la LCU.
El cambio de caras no supone en absoluto una rectificación de parte del gobierno en lo esencial de la política. El currículum de Subirats en el Ayuntamiento de Barcelona da cuenta de su defensa del modelo público-privado para la gestión de servicios públicos. A pesar de las promesas de los comunes en 2015 de que venían a revertir todo lo privatizado por años de gobiernos convergentes y social-liberales, buena parte de los servicios educativos dependientes del consistorio -como otros muchos- siguen en manos privadas por el sistema de concesiones.
La salida de Castells se hace con la LOSU presentada y encarrilada, y será Subirats quien cogerá el relevo tratando de lograr el consenso y apoyo de la casta universitaria, los rectores y sus socios parlamentarios. | 
