Según los diversos medios de comunicación e incluso dentro del mismo discurso que implanta el conjunto del régimen político, se habla de la libertad de expresión y el derecho democrático a manifestarse en estas elecciones por medio de las urnas para escoger a uno de los candidatos presidenciales. Este discurso pluralista y democratico, parece tener un límite: no manifestarse en contra de los principales propulsores de la Dictadura Militar.
Durante las primeras horas de estas elecciones, se vio por los canales de Televisión, como se llevaban detenido a nada más y nada menos que a un vocal de mesa por llevar una polera alusiva a Jaime Guzmán, la cual claramente manifestaba estar en contra del fundador del movimiento Gremial en Chile, lo que luego diera paso a la UDI. No contentos con esto, además le negaron su “derecho” a votar en la elección, por llevar dicha polera, que dicho sea de paso no atenta con ningún reglamento de estas elecciones, ya que, no manifiesta preferencia por ninguno de los dos candidatos en estas elecciones.
Claramente para el régimen político y sus instituciones, es válido ejercer “el derecho democrático” solo para quienes no cuestionen sus pilares y sus figuras, que ayudaron a fundarlo como lo que es hoy, un país completamente desigual, repleto de derechos privatizados privilegiando a los grandes empresarios por sobre las grandes mayorías, la clase trabajadora y los sectores populares. La defensa hacia esa herencia representa la apología a la figura de Jaime Guzmán y la persecución a quienes cuestionan su legado. |