Las empresas del IBEX 35 representan el 28 % de las emisiones de C02 del sector productivo español, en concreto Repsol, Naturgy, Iberdrola, IAG, Endesa y ACS, del sector energético concentran el 75% de dichas emisiones. El informe realizado por el Observatorio de la Sostenibilidad y la plataforma Talento para el Futuro, cifra en 76 millones de toneladas de C02 las emisiones directas en indirectas de las empresas del IBEX 35.
Si bien su distribución es desigual, siendo las citadas empresas, del sector energético las que acumulan mayor carga junto con las dedicadas a servicios de consumo, como Aena, que suponen un 13%. El sector de la construcción añade un 9,4% y el resto se dividiría entre empresas de telecomunicación (Telefónica, Indra o Amadeus), bienes de consumo (Inditex) y empresas financieras (Santander, BBVA, Mapfre, CaixaBank, Bankinter o Sabadell).
No obstante, los investigadores advierten de que el informe podría no reflejar correctamente la realidad debido a la falta de datos. En concreto, señalan que los bancos no recogen el impacto real de contaminación que tienen sus acciones. Estas entidades obvian en sus informes lo que se conoce como emisiones de Alcance 3, aquellas que se producen en la cadena de valor pero que no están bajo el control directo de las empresas.
Un ejemplo sería la inversión del Banco de Santander de 9,678 millones de dólares en proyectos o actividades vinculadas con el petróleo, carbón o gas a lo largo de 2020. El informe no recoge el impacto total de estas actividades ni el Banco Santander ha tenido intención de acumular dichos datos. Por lo que realmente el grado de contaminación podría ser mucho mayor y no existiría posibilidad de comprobarlo a partir de lo que la ley exige a las empresas que fiscalicen.
Las emisiones de Alcance 3 suponen el 88% de la actividad empresarial, por lo que no recoger su impacto en cualquier informe, limita fuertemente su capacidad de explicar el desastre medioambiental que sufrimos actualmente y que tiene su origen en el sistema capitalista.
Las organizaciones que han redactado este informe exigen que haya cambios legislativos que obliguen a las empresas a presentar inventarios de emisiones completos. Una medida que permitiría como mínimo saber de forma más acertada qué impacto está teniendo la actividad económica capitalista en el medioambiente. | 
