Será este jueves a partir de las 10am. Marcharán desde la entrada del barrio hasta la Municipalidad de Tigre y exigirán a las autoridades un plan de viviendas.
Hace más de una semana, un centenar de familias del barrio tigrense El Garrote volvieron a tomar las viviendas del plan “Sueños Compartidos” y sus terrenos aledaños que habían ocupado el año pasado. Son jóvenes con hijos (la mayoría menores de dos años), adultos mayores desocupados y personas con discapacidad que necesitan una vivienda digna. Ante la ausencia de soluciones por parte de las autoridades provinciales y municipales, este martes se reunieron en asamblea y votaron movilizar a la Municipalidad de Tigre el jueves 23 de este mes a las 10am para hacer oír su reclamo.
La toma se desarrolla en los departamentos sin terminar y abandonados del proyecto "Sueños compartidos" y los terrenos fiscales aledaños que pertenecen a la Agencia de Administración de Bienes del Estado, cuales se encuentran en la entrada del barrio. Son los mismos que fueron tomados el año pasado. En ese momento las familias, ante las amenazas constantes de desalojo, acordaron con los gobiernos provincial y municipal retirarse a cambio de la entrega de un subsidio de $30.000 y de materiales de construcción.
Un año después, los gobiernos solo cumplieron este acuerdo con una parte de los ocupantes y nunca convocaron a las familias para brindarles “una respuesta tendiente a facilitar una solución habitacional adecuada a sus necesidades” como expresa el acta-acuerdo firmada en el 2020. En ese marco y ante la agudización del problema habitacional en la Villa Garrote, los vecinos y vecinas se cansaron de esperar y volvieron al predio hace dos semanas para exigir una solución definitiva: que se les garantice el acceso al derecho a la vivienda digna.
Luego de realizar un corte sobre la Avenida Italia en Tigre el pasado 15 de diciembre y de haber organizado -junto a la Asamblea de Desocupados de la Zona Norte en lucha por trabajo genuino- una colecta de donaciones, este martes las familias realizaron en la toma una asamblea que contó con el apoyo de vecinos de Guernica. Allí eligieron a sus representantes para las negociaciones con el Estado y resolvieron convocar a organizaciones sociales y políticas, así como también a los vecinos del barrio, a movilizarse para el próximo jueves.
Esta experiencia de organización y lucha por tierra y techo para vivir se complementa con las peleas que están dando los vecinos de la Toma “La Unión” en Rafael Castillo, los de Guernica, la Asamblea por Trabajo y Vivienda de Córdoba y la toma Casimiro Gómez en Neuquén. Estos conflictos se desarrollan en un país donde los gobiernos priorizan el pago de la deuda externa al FMI y no a solucionar la creciente crisis habitacional. En una nota del periodista Matias Hof publicada en este medio, con los US$ 4.604 millones destinados hasta noviembre de este año por el Frente de Todos (desde su asunción) para cumplir con las exigencias del Fondo, se podrían haber construido más de 130.000 viviendas.
En Argentina según un informe sobre condiciones de vida publicado en mayo de 2021 por el INDEC, en base a la Encuesta Permanente de Hogares, casi el 10 % de la población habita en casas hechas con materiales de calidad insuficiente y más de un millón (1.382.000 personas) viven en situación de hacinamiento crítico, es decir, con más de tres habitantes por cuarto y la mayoría se concentra en la PBA.
En el caso de El Garrote, según el Censo en Barrios Populares de la provincia de Buenos Aires de 2019, el 65,9% de sus casi 2700 habitantes no tiene cobertura médica. El 9.2% no tiene cuarto de baño, el 64.2% de las viviendas no disponen de cañerías ni materiales resistentes, sólidos y con la aislación adecuada y el 82% solo accede al gas por medio de garrafas. A eso se suma que el 80% se encuentra bajo distintas modalidades de precarización laboral.