¿Pero cuál es la realidad? Que no se han renovado contratos covid, que ahora hay menos médicos que en enero de 2020, que el presupuesto en sanidad de la comunidad de Madrid es aún menor que en 2019, las unidades de rastreo -las pocas que quedan- están medio desmontadas, atención primaria totalmente desbordada, es misión imposible encontrar un test de antígenos (yo misma he echado la mañana y no lo he conseguido), ya no hacen PCRs ni dando positivo en test, a no ser que seas Almeida por lo visto…
Aquí están los responsables, con nombres y apellidos: es Ayuso, es el Partido Popular, que aprovecha la pandemia como buitres para acabar con la sanidad pública, pero no solo, son todos y cada uno de los gobiernos autonómicos y, por supuesto, el gobierno central, que con sus decisiones políticas y falta de medidas básicas han abierto el paso a esta tragedia anunciada. Por no hablar, claro, del propio origen de la variante ómicron, que pasa por la negativa de los gobiernos imperialistas a liberar las patentes de los monopolios farmacéuticos. Y no hay excusa posible porque ya es la SEXTA ola.
Ahora pretenden echar las culpas a la población “irresponsable” o incluso a los sanitarios y lanzar medidas absurdas para cubrirse como la mascarilla en espacios abiertos, o decir que la solución está en no cenar en familia, como hace la OMS (que de liberar las vacunas no ha comentado nada). Pero lo que hace falta, y esto lo sabemos todos, es reforzar la atención primaria y las unidades covid, son más rastreadores, son PCRs para todos aquellos que las necesiten, permisos retribuidos para los que tengan que quedarse cuidando menores o dependientes contagiados… Y el dinero está ahí, hay 10 mil millones de euros de Europa que tienen planeado darle a las empresas del IBEX. Pues no, nuestra salud va antes que sus beneficios, y se lo tenemos que dejar claro, porque nos va la vida en ello.
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