Este lunes, la agenda presidencial de López Obrador estuvo signada por la reunión con el magnate Carlos Slim, empresario responsable del colapso en la Línea 12 del metro y uno de los aliados más importantes para planes clave de la 4T como el Tren Maya.
Poco ha trascendido sobre este encuentro, que se llevó a cabo en Palacio Nacional, recinto negado en innumerables ocasiones a trabajadores en lucha, a familiares de víctimas y a otros referentes de distintas luchas y demandas políticas y sociales que han solicitado audiencia con AMLO y que se han encontrado inclusive con represión. Ni el empresario ni Presidencia han emitido más comunicación que un mensaje en redes sociales del mandatario mexicano.
A través de su cuenta de Twitter, AMLO buscó lavarle la cara al dueño de empresas como Amatech, que viola los derechos laborales, asegurando que "contribuye al desarrollo del país". ¿En qué radica esta contribución, según el Presidente? en el pago de 28 mil millones de pesos a cuenta de la venta en Estados Unidos de una filial de la firma América Móvil.
Este gesto está enmarcado en su política de "cobro de impuestos" que hace la vista gorda ante incumplimiento de contratos millonarios por parte de Slim, como los gasoductos para CFE que nunca se construyeron pero sí se cobraron o ante la negligencia criminal en la construcción del tramo colapsado en la Línea 12 del metro. AMLO celebra e inclusive "agradece" que las empresas paguen sus impuestos mientras negocia irregularidades que cobran vidas obreras y saquean el erario.
Esta amabilidad no es fortuita. Slim fue uno de los empresarios que en 2019 aplaudió el Plan Nacional de Infraestructura de AMLO y desde entonces aseguraba que "la inversión estaba en la energía", como el sector más dinámico y que más ganancias le retribuirá. Junto al déspota Ricardo Salinas Pliego, Slim es uno de los magnates más importantes para proyectos insignia de la 4T y ha quedado claro que poco le interesan los miles de trabajadores en huelga de Amatech, o las víctimas del colapso en la Línea 12. Acciones muy lejanas de su discurso de "primero los pobres".
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