Hace un año, el Senado aprobaba la ley 27.610, de acceso a la interrupción voluntaria del embarazo. Fueron muchos años en que se negó el tratamiento del proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, un rechazo en 2018 y la persistencia de la marea verde que conquistó nuestro derecho.
El 10 de diciembre volvió a ingresar un proyecto de legalización del aborto a la cámara de Diputados. A diferencia de los casi veinte años anteriores, donde el proyecto que se impulsaba era de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, esta vez el Poder Ejecutivo decidió presentar uno propio, con algunas modificaciones proclives a satisfacer las inquietudes de la Iglesia, los sectores fundamentalistas y algunos parlamentarios reaccionarios que prometieron su voto a cambio de determinadas concesiones.
En la calle se vivía así
En esa ocasión, en el recinto, el diputado Nicolás del Caño del Frente de Izquierda, intervino con un discurso que conmovió a la multitud que empezaba a nuclearse en la Plaza del Congreso, bajo un sol intenso.
Para que no olvidemos nunca, aquí está la lista de quiénes votaron a favor y en contra en ese momento.
A la mañana siguiente, después de una sesión maratónica, el proyecto volvió a obtener media sanción de Diputados, con 131 votos a favor, 117 en contra y 6 abstenciones. La calle vibraba con el primer triunfo de su movilización persistente. ¿Estuviste ahí? Mirá las imágenes del dron de La Izquierda Diario.
Entonces, decíamos: Con nuestra lucha hemos llegado hasta aquí y probablemente, consigamos que sea ley en pocas semanas. Pero la conquista efectiva de nuestros derechos requiere de que sigamos en las calles. En pocas semanas, el proyecto entraría en el Senado que ya nos había rechazado la ley en 2018.
El 29 de diciembre empezó la sesión en el Senado. Los medios hablaban de una jornada histórica y algunas senadoras oficialistas publicaban sus fotos viajando al recinto para "hacer historia". El Senado terminaría votando bien entrada la madrugada del 30 de diciembre, pero el movimiento de mujeres ya había hecho Historia con su lucha y su persistencia.
Después vino Alberto Fernández a decir que estaba muy feliz de haberle puesto fin al patriarcado. Nosotras sabemos que la legalización del aborto, por la que tanto luchamos, es un derecho pero que no pone fin a la violencia contra las mujeres, a la precarización de la vida, a la feminización de la pobreza y a la opresión y la explotación que condena a millones. También sabemos que eso no lo lograremos por el decreto de ningún gobierno, sino solo con nuestra lucha. La que emprendieron hace décadas algunas pioneras y se transformó en marea de nuevas generaciones para conquistar nuestro derecho a decidir ya forma parte de nuestras experiencias para redoblar la lucha hasta tomar el cielo por asalto.
