Un nuevo hecho de represión policial dejo una víctima en Los ángeles, EEUU; tras una persecución a un presunto ladrón, donde la policía disparó a mansalva, sin importar la vida y integridad de las personas que se encontraban en el lugar. Lugar en el que se encontraba la joven Valentina Orellana, quien estaba comprando su vestido para su fiesta de cumpleaños de 15 años, cuando sufrió el impacto de una bala disparada por la policía, muriendo en el lugar y en manos de su madre. Todo esto a vísperas de navidad.
El padre de Valentina, Juan Pablo Orellana, viajo desde Santiago (Chile) a Los Angeles por la muerte de su hija y expreso en una conferencia de prensa: “Justicia para mi hija. Que caiga el que tenga que caer”. Esta devastado por la perdida y no descansara hasta lograr justicia.
El operativo policial llego tras varias llamadas de alerta por un posible asalto en la tienda Burlington Coat Factory, en North Hollywood. A pesar de que no se trataba de una situación de tirador activo, y que la tienda se encontraba en ese momento llena de compradores, abrieron fuego disparando 3 veces, y un impacto de bala llego a quien presuntamente estaba involucrada en el asalto, quien falleció producto de este, siendo que este no tenía ningún arma. Momento en el que una de estas balas impactó a Valentina, quien se encontraba en el probador con su madre, Soledad Orellana.
La madre de Valentina relato: “Estábamos juntas en un probador mirando ropa para la Navidad. Escuchamos gritos. Nos sentamos abrazadas en un asiento rezando. Cuando (de pronto) algo impactó a mi hija Valentina y nos lanzó al piso” y agrega “Ver morir a un hijo o una hija en los brazos de uno es un dolor de los más grandes y profundos que un ser humano puede imaginar”.
El jefe de LADP, Michel Moore, prometió transparencia en las investigaciones; pero es conocida ya la impunidad que gozan los policías, y que es transversal a las policías de todo el mundo. Y en este caso el cinismo y negacionismo de la policía se expresa en que lo atribuyen a un hecho de un “incidente caótico”, cuando nuevamente la policía se salta todo protocolo, dejando como consecuencia nuevamente a víctimas fatales.
Tatiana Cozzarelli, editora de Left Voice, medio hermano La Izquierda Diario señalo: "La policía no nos mantiene a salvo. Se financian para aterrorizar a las minorías de afroamericanos y latinos, y para reprimir cualquier movimiento de izquierda o de la clase trabajadora. No pasa desapercibido para nosotros que la policía tiene equipos de la más alta tecnología mientras todavía las y los trabajadores ni siquiera tenemos los Elementos de Protección Personal (PPE) gratuitos para hacer frente a la actual pandemia. La escuela a la que asistía Valentina probablemente no tenía suficientes enfermeras o consejeros vocacionales. Pero la fuerza policial que la asesinó recibe 1.800 millones de dólares al año. Es por esto que hay que pedir justicia por las víctimas y también la abolición de la policía y todo el sistema podrido que la protege".
Estos hechos no son ajenos, ya que se ha visto como en Chile la policía tiene comportamientos similares, saltándose protocolos y transgrediendo derechos humanos sistemáticamente; así lo vimos en la revuelta donde cientos de personas sufrieron entre otros actos de violencia, como las mutilaciones oculares. Es por esto que la institución del policía termina siendo irreformable, ya que desde su raíz esta pensada para funcionar al servicio de los intereses de unos pocos. Ante esto, las vías que nos entrega el sistema resultan insuficientes, y impotentes, ya que es conocida la impunidad que resulta de estos casos, por lo que la movilización y organización en lugares de estudio y trabajo para hacer frente a la violencia y represión policial, y para la abolición de esta nefasta institución, se hace más que necesario que nunca.
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