Luz entró a trabajar como beneficiaria (“becaria”) en noviembre de 2020 a Participación Ciudadana en la Alcaldía Iztacalco, cumplió con todas las labores que se le indicaron, incluso las que estaban fuera del horario laboral estipulado en las reglas operativas, que es de 9 am a 2 pm.
“Nos han mandado a vacunación, a quioscos Covid, entrega de kits. Cabe mencionar que en vacunación nos trataron mal, con horario de 6 de la mañana a 5 pm, los horarios de comida eran máximo de 15 min y la comida luego estaba cruda.”
Al igual que en la Alcaldía Venustiano Carranza, Luz nos dice que en su caso fue Tenoch Alberto Torres Orozco, Coordinador de Participación Ciudadana en Iztacalco, quien la obligó a juntar firmas para la Revocación de Mandado fuera de sus horarios laborales y en condiciones completamente irregulares, sin usar chalecos ni credenciales que los vincularan con la Secretaría de Bienestar de la CDMX, además agrega:
“Nos obligaron a ir al informe del presidente, ese día sufrí golpes por parte de los ciudadanos y no hicieron nada al respecto, expuse mi integridad física para nada”. También participó en el programa Gas Bienestar, en donde tenían un horario de entrada de 6:30 am, en el cual recuerda: “yo llegaba hasta 20 minutos antes”.
A pesar de cumplir con esta sobrecarga de trabajo y el proselitismo electoral para MORENA, Torres Orozco la despidió por una supuesta falta de rendimiento, aunque Luz sospecha que el verdadero motivo fue porque se opuso a la prepotencia y acoso laboral por parte de una de sus coordinadoras, Sofia Fuentes.
Raquel Acosta vivió una situación similar, ella entró a trabajar en Participación Ciudadana a principios de 2021. Ya no la volvieron a contratar en este año, los supuestos motivos del despido fueron los mismos que le dieron a Luz. Se queja que las autoridades no cumplieron con su palabra, pues en una junta les dijeron que quien no participara en la Revocación de Mandato serían despedidos, pero quien sí lo hiciera, tenía su contratación asegurada para este año. Ella participó e incluso juntó más de 750 firmas, aun así, la despidieron.
“Como éramos parte del gobierno nosotros, se supone no teníamos por qué meternos en esos asuntos políticos y sin embargo se nos pidió que nos quitáramos el chaleco institucional para poder participar ahí.”
En ausencia de contratos dignos, las autoridades se aprovechan de las y los trabajadores, los cuales tienen que soportar maltratos para poder mantener el empleo. Raquel menciona los métodos invasivos que usan las autoridades para no dejar evidencia de estas injusticias que cometen:
“En las juntas nos pedían nuestro celular, no podíamos entrar con nuestro celular a las juntas, se nos quitaba momentos antes de entrar para que no pudiéramos grabar ni tomar fotografías.”
Ella piensa que su despido se hizo porque solía cuestionar los atropellos laborales que ocurrían en su centro de trabajo. De lo que resulta que la precariedad laboral no solo permite que las autoridades no otorguen derechos establecidos en la Ley Federal del Trabajo, como seguridad social, prestaciones, salario digno, horario de trabajo, etc., sino que también busca construir un tipo de trabajador despolitizado, sumiso, que no exija ni luche por sus derechos.
En ese sentido podemos ubicar lo que Raquel nos comenta:
“Se nos despide injustificadamente a nosotras y ya hay personas que ocupen ese lugar y son familiares de otras personas o son familiares de los mismos de ahí, entonces siento que eso sí es corrupción, siento que no es Cuarta Transformación como todos decían, como se nos hacía saber, como se nos hacía que le dijéramos a la gente.”
Aunque patronales y gobierno quieran ocultar la catastrófica situación laboral en el país, como la que hoy experimentan Luz y Raquel, es cada vez más difícil hacerlo. Y reducir el problema a una mala elección de trabajo es negar la realidad social en donde la precarización laboral es la regla y no la excepción. Por lo que la alternativa no puede darse en términos individuales, en la ilusión de que llegará un mejor trabajo, ¡NO! Debemos enfatizar que la única salida socialmente humana, para la mayoría de la población, es la organización colectiva, la lucha radical por la reconquista de derechos laborales.
Sin organización, sin resistencia, autoridades y patronales nos seguirán pisoteando, tanto en términos políticos (acoso laboral, despidos injustificados, maltrato) como económicos (ausencia de derechos laborales).
En días próximos, desde una Coordinadora por plenos derechos laborales y contra los despidos que impulsamos en conjunto con más organizaciones y colectivos, realizaremos un conversatorio entre trabajadores estatales, el cual difundiremos por este medio. |