En estos días circulan decenas de testimonios y denuncias de cómo están actuando clínicas y sanatorios privados y los propios estamentos estatales, ante la aparición de casos positivos o de contacto estrecho de covid-19.
Aquí reproducimos algunos que llegaron a La Izquierda Diario. De algunos trabajadores hemos reservado su identidad, ya que sigue habiendo persecución a quienes denunciamos como los trabajadores de salud estamos sosteniendo este sistema sanitario y en qué condiciones.
La situación se réplica en diferentes sectores como el gastronómico o Call Center: estar con diagnóstico positivo o ser contacto estrecho ya no implica cumplir correctamente los días de aislamiento. Y en esto, Córdoba fue pionera en impulsar en Argentina un protocolo a la medida de los empresarios y el Estado en este caso que establece 7 días de aislamiento para positivos y 5 días para contacto estrecho, contrariando incluso las propias recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud) que sostienen mantener en 14 días de aislamiento a la vez que denuncian que esto pone en riesgo de contagio a mayor número de personas.
Pero para el sector salud y siendo contacto estrecho este protocolo es aún más grave, estás obligado a cuidar, cuidar a tus compañeros e ir a trabajar, poniendo el foco en la responsabilidad individual, mientras se expone a sectores o servicios de contagiarse.
Así lo expreso María, trabajadora de un dispensario de la Municipalidad de Córdoba, “mi compañera de trabajo es contacto estrecho conviviente de su hija, que dio positivo. Pero ella tiene que trabajar igual, cuando debería estar con su hija. El protocolo asegura que se tiene que hisopar cada 72 horas, pero el riesgo es diario, hacia nosotros y los pacientes”.
Estos riesgos se reflejan en la cantidad de casos activos en salud. Tomemos por ejemplo el testimonio de Ricardo Barrionuevo, delegado de ATE del Hospital Tránsito Cáceres de Allende, en el sector provincial, la situación del hospital fue caótica “el lunes en el hospital se hisopo a 19 trabajadores de los cuales 17 dieron positivo, de 13 enfermeros: 11 fueron positivos. Se vació el hospital con el caos que eso provoca, los jefes entraron a llamar a personal de franco, el turno noche tuvo que venir antes, un problema por donde se lo mire, con el agravante que la terapia y uno de los pisos de internación quedaron directamente descubierto, se tuvieron que ir todos. Es insoportable e insostenible la situación, para los trabajadores y para los pacientes”.
En el sector privado, ocurre similar, como se ven afectados en el trabajo a destajo que hay que realizar conjuntamente con la falta de personal. Margarita es residente y la hicieron volver a los 7 días de aislamiento y con Sebastián, un enfermero de una clínica privada del centro cordobés, están corriendo continuamente. Margarita expreso “la constante es que los pacientes en sala común que dan positivos de la nada, entonces hay que salir corriendo a activar protocolo e improvisar, por la falta de infraestructura, e inventar donde poner a los pacientes Covid” y en tanto Sebastián agrego “la UCI y el hospital de día se cerraron por falta de personal, la ex Unidad Coronaria se improviso UTI Covid y el piso se dividió en dos, o sea el doble de trabajo, pero además sin remuneración extra por ello. Y nos protegemos con los elementos de protección personal, pero se supone que nos tienen que dar barbijo N95, pero nos dan las NK95, la versión barata y menos eficiente”.
A esto se suma el asedio y hartazgo de pacientes por las demoras en la atención y en los hisopados, tal como se hizo viral el video que muestra a un señor reclamando a una médica exhausta “si no estás capacitada para estar 24 horas parada, no vengas” cuando la responsabilidad es exclusiva de los empresarios de la salud y el propio Estado.
Situaciones similares se viven en los lugares de hisopado en Córdoba y en diferentes centros de salud.
El cansancio, el estrés, lo exhaustivo de realizar múltiples tareas, el estar en primera línea desde hace casi 2 años, conjunta con estas respuestas de ideología individualista, lleva a que los reclamos se hagan cada más extensivo entre los propios trabajadores. Para ello hay que organizarse para demostrar que no somos los responsables de esta situación, son los dueños de clínicas, sanatorios y los gobiernos, porque el colapso sanitario no se va a dar esta vez por el número de ocupación de camas críticas, sino porque no va a haber quien los atienda.
El SEP emitió, para no faltar a su folclorismo actuar, un comunicado de pedido de aumento de personal, pero como ya sabemos que lo hace para lavarse la cara, cuando son parte de un gobierno que niega, oculta y no frena la situación en la que estamos los trabajadores. Los sindicatos como ATE y UTS, sacan comunicados, emiten notas al Ministerio y al gobierno, denuncia en las redes, pero hace falta que se pongan a la cabeza de llevar esta bronca hacia acciones, hacia la organización y enfrentar la persecución si denunciamos, esto se va a lograr de forma colectiva con asambleas y acciones en las calles.
Tenemos que coordinarnos, organizarnos y exigir un protocolo cuya prioridad sea la salud y no a medida de empresarios, que se cubran los puestos de trabajo y se alivie la sobre carga laboral; así como también necesitamos aumentos salariales al básico por las tareas realizadas. |