El día viernes 7 de Enero el Sindicato de trabajadoras sexuales trans y travestis Amanda Jofré, denunció a través de redes sociales un nuevo ataque a trans/travesti en plaza de armas de Santiago. La denuncia evidencia a un sujeto que portaba un arma de fuego que utilizó para atacar a las compañeras trans-travesti que se encontraban en el lugar, ataque que dejó a una de ellas golpeada por el agresor.
Frente a estos hechos de violencia, se generó repudio y presión social que ocasionó que la policía detuviera al agresor. Posteriormente, a las afueras de la comisaría, se realizaron denuncias por redes sociales por el procedimiento erróneo y condescendiente de la policía frente a la agresión, de hecho no le quitaron el arma y prácticamente se lo “llevaron tomado de la mano”.
Nuevamente se repiten los ataques transfóbicos a quienes son parte de la comunidad travesti. Estos actos de odio y violencia siguen aumentando y junto a ellos la impunidad. Solo en el año 2020 aumentó en un 14,7% los casos y denuncias por homofobia y transfobia en Chile, la cifra más alta de estos últimos años, esto sin contabilizar un sin número de casos que no están en las estadísticas. Dentro de las estadísticas los ataques a la comunidad trans se elevan a un 11% (76 son mujeres y 59 hombres), estos ataques no se limitan a la comunidad trans, sino que hacía toda la diversidad sexual, el desglose de las cifras señala que afectó a un 26% de gays; un 15% a lesbianas y a un 48% a LGBTIQ+.
Sin embargo, detrás de estas “estadísticas” insoportables está la impunidad. Por ejemplo cuando la policía actúa amparando por omisión la violencia o crímenes de odio, es porque encubre y protege a lxs agresorxs, abusadorxs y violentxs, así también la justicia y los gobiernos que carecen de políticas (por ejemplo: refugios para mujeres y disidencia que son agredidxs y violentadxs). Todas instituciones del Estado, que son parte del entramado de complicidad al que tenemos que oponernos.
¿Solo nos atacan en las calles?
Estos ataques de homofobia y transfobia no solo ocurren en las calles, también en el trabajo, en la educación, salud y entre otros sectores.
Trabajo
}}En el sector laboral quienes son trans y no binaries, un 70% ha sufrido situaciones de violencia o de acoso en sus lugares de trabajo, tomando en cuenta que en Chile no existe el cupo laboral trans, demanda que ha sido negada por todos los gobiernos de la derecha y de la ex nueva mayoría, que ha tenido como consecuencia que seamos arrojados a la precariedad y miseria.
Mientras esto ocurre, las empresas utilizan conmemoraciones como el PRIDE para vestir el capitalismo y la precariedad con los colores del arcoíris, ubicándose como si estuvieran del lado de la diversidad sexual, comercializando productos con los colores de la bandera, mientras nos arrojan a la precariedad, explotación y discriminación.
Salud
}}El hecho de que la pandemia profundizará la crisis de la salud pública tuvo como consecuencia que también se volviera más crítica la atención para quienes somos parte de la comunidad LGBTIQ+, quienes contamos con programas públicos de salud, específicamente en los tratamientos del VIH, SIDA o los tratamientos hormonales, esa crisis ha derivado en una disminución de la atención para las personas trans, atención que se ha precarizado aún más, teniendo en cuenta los insuficientes recursos que invierte el Estado y las políticas de salud pública de los gobiernos.
Incluso y pese a la implementación de la Ley de identidad de género, el Colegio Regional Metropolitano de Matronas, a través de su ex-presidenta, Katiuska Rojas, se pronunció, sosteniendo que la Ley de Identidad de Género no iba a garantizar el acceso y cobertura para la totalidad de la comunidad trans. “Para estas personas que están viviendo o van a vivir un proceso de transición, no hay nada garantizado”. Lo cual hoy se expresa en los hechos.
Más aún, en tiempos de pandemia han disminuido a tal punto los tratamientos hormonales y psicológicos, que no se están realizando en algunas ciudades, situación que hasta el momento no se logra resolver, generando diversos daños a quienes realizan sus tratamientos en el sistema de salud pública.
Educación
}}Los sectores de la derecha conservadora y el Gobierno, siguen implementando políticas en las salas de clases basadas en la moral de la iglesia, negando el derecho a una educación sexual integral, muy por el contrario los talleres que se imparten en algunas escuelas, colegios o liceos, se realizan desde la heteronorma, sin tomar en cuenta a quienes tenemos una orientación sexual distinta a la heteronorma, lo que tiene como consecuencia discriminación y normalización de la violencia y/o crímenes de odio.
¿Cuál ha sido el rol de las organizaciones por los derechos de la diversidad sexual?
Frente a los distintos ataques que se viven hacia el sector LGBTIQ+, organizaciones como el MOVILH, siguen convocando a movilizaciones testimoniales y festivas por hitos, por ello, sectores de la diversidad sexual en la última convocatoria por el PRIDE, interpelaron al MOVILH alegando que estas movilizaciones debían dejar de ser celebraciones, y debían ser movilizaciones de lucha, que permitan que se desarrollen formas de organización de la diversidad sexual para no normalizar la violencia, los crímenes de odio y las muertes, además de pelear por nuestras demandas y derechos.
Por último, si bien se ha avanzado en una serie de derechos democráticos mínimos, como el matrimonio igualitario o la ley de identidad de género, se sigue omitiendo a quienes son no binaries, incluso a niñez trans que se les niega el cambio de nombre y decidir sobre sus cuerpos.
Es por esto que debemos tomar los cuestionamientos al MOVILH en la última manifestación del PRIDE, como un piso para mostrar que lo queremos dar vuelta todo, porque no tenemos nada que perder, exigiendo cada uno de nuestros derechos, tales como el cupo laboral trans; una ley de identidad de género integral, que incluya a la niñez trans, el derecho a una educación sexual integral, separación de la iglesia y el Estado, no más violencia y crímenes de odio hacia la diversidad sexual, etc. Derechos que solo lograremos de la mano con las y los trabajadores, mujeres, jóvenes, pobladores y todxs lxs oprimidxs en el camino de acabar con este sistema capitalista y patriarcal para así vivir una vida que merezca ser vivida. |