Era empleado municipal y voluntario en el cuartel de bomberos de Yapeyú. Estos hechos son presentados como "fatales" por las autoridades. Sin embargo, se dan en un contexto en el que el personal vinculado al combate al fuego se encuentra en una situación de alta exigencia y precarización.
Un bombero voluntario murió este martes y otro resultó herido en el vuelco de una camioneta cuando su dotación concurría a apagar un incendio forestal desatado en cercanías de la localidad correntina de Yapeyú, informaron fuentes policiales.
José Luis Mombaj (38), empleado municipal y voluntario en el cuartel de bomberos de Yapeyú, murió esta tarde como consecuencia de las heridas sufridas tras el vuelco de la camioneta en la que su dotación acudía al trabajo en un incendio forestal.
Otro efectivo de la dotación, José Barboza (26), resultó herido y fue derivado al hospital de la localidad.
El siniestro vial se produjo a las 15 en el kilómetro cinco de la Ruta Nacional 122, que pasa por Yapeyú, 400 kilómetros al este de la capital correntina.
El incendio se había desatado en una zona rural de la localidad de Guaviraví, a 14 kilómetros de distancia del cuartel, en una jornada de intensos calor y sequía.
Esta muerte se suma a la del piloto y copiloto del helicóptero contratado por el gobierno de Neuquén, que cayó mientras combatía un incendio forestal en la zona de Aluminé.
Estos hechos son presentados como "fatales" por las autoridades. Sin embargo, se dan en un contexto en el que el personal vinculado al combate al fuego se encuentra en una situación de alta exigencia y precarización. En la Patagonia hay incendios que se desataron a comienzos de diciembre de 2021 y aún continúan sin poder extinguirse.
Los pocos brigadistas y recursos que hay en el país son enviados de un punto a otro, según cómo se vayan determinando las urgencias. Cínicamente, un comunicado del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible a cargo de Juan Cabandié, informaba este lunes, en relación a los incendios en Corrientes, que "el primer nivel de responsabilidad de combate de los focos ígneos depende de las provincias".
"Si la magnitud del incendio supera la gestión provincial y el apoyo regional, el Servicio Nacional del Manejo del Fuego (SNMF) puede poner a disposición, previo requerimiento de las jurisdicciones, aviones hidrantes, helicópteros y brigadistas", concluyó la cartera ambiental. El Ministerio de Ambiente mantiene en apresto un avión hidrante con base en Apóstoles, Misiones, para ser desplegado en caso de ser necesario, agregaba el comunicado.
El personal de las áreas vinculadas al manejo del fuego denuncia que faltan recursos humanos y materiales para trabajar en los incendios. A su vez, desde las distintas provincias en las que se han desatado incendios forestales en esta temporada, llegan noticias de la colaboración de las mismas poblaciones en el apagado del fuego. Si fuera por los recursos destinados por el Ministerio, sin la colaboración de las poblaciones, la situación sería mucho peor que la actual.
Por otra parte, un incendio que afectó 600 hectáreas del parque provincial Iberá fue controlado este lunes al mediodía en inmediaciones de la localidad correntina de Colonia Carlos Pellegrini, ubicada 363 km al sureste de la ciudad de Corrientes, donde se sospecha que el origen del fuego fue una quema de basura, informaron fuentes oficiales. Vale aclarar que, controlar un incendio no es sinónimo de extinguirlo.
"El fuego afectó un área de 600 hectáreas y el primer trabajo que se hizo fue evitar que las llamas llegaran al pueblo", dijo a Télam el director provincial de Defensa Civil de Corrientes, Eulogio Márquez.
El fuego alcanzó un sector de campos que rodean la Laguna Iberá, principal portal de acceso a los esteros, especificaron fuentes oficiales.
En Corrientes capital, un foco ígneo afectaba este lunes a un sector lindero a una sede social del Sindicato de Empleados de Comercio, sobre la Ruta Nacional 12 en el empalme con la avenida Libertad.
El SNMF también informó este lunes que los focos ígneos de Caá Catí también están controlados.