Este jueves, los trabajadores de la Educación nacional y de los institutos se movilizaban contra la situación catastrófica en los centros educativos y en plena ola de Omicron. Una jornada de huelga que destaca y es inédita debido a su alcance.
Según Snes-FSU (Sindicato Nacional de profesores de secundaria) habría que remontarse a 2003 para encontrar una movilización de fuerza similar en este sector y en varios departamentos como Seine Saint Denis o Haute-Garonne el número de huelguista es superior al 80%.
Durante la mañana, a las 10, los huelguistas se han reunido en asambleas generales para decidir desde la base cuales eran sus reivindicaciones y que perspectiva darle al movimiento. En Toulouse, más de una centena de profesores y trabajadores de la educación se han reunido para organizar nuevas acciones. En Aubervilliers, eran más de una treintenta y en Saint-Denis rozaban los cuarenta asistentes. 80 asistentes en Cergy, 30 en Sarcelles…
En Val-D´Oise donde los sindicatos han contado un 75% de huelguistas, una asamblea general ha reunido a trabajadores de la educación, así como a multitud de padres y madres, conductores de autobús y de tren. Todos han denunciado que viven una situación insostenible.
El padre de un alumno afirmaba: “Hay familias enteras afectadas por el covid, no podemos más. Nuestros hijos se infectan en el colegio. Somos conscientes de las duras condiciones de los profesores, ¡Nos solidarizamos con ellos! No pueden más y eso afecta en la educación de nuestros hijos”. Un profesor universitario subrayaba: “No se podía prever la pandemia pero se podría haber previsto que con los medios de mierda que existen no íbamos a poder gestionarla. Estamos en huelga y nos organizamos. Debemos continuar organizándonos en asambleas generales para decidir qué hacer a continuación. Hay que hablar con nuestros compañeros para que se unan.” Y un ferroviario concluyó: “ Doy mi enhorabuena a los profesores por haber ganado la batalla de la opinión pública. Habéis sido tratado de vagos mientras teníais condiciones de trabajo horribles. Todos lo sabemos, hay que llamar a que la gente os apoye”.
Una idea común en todas las asambleas generales: una confianza absoluta en la necesidad de construir una correlación de fuerzas y continuar la pelea. Preguntado por el micro de Révolution Permanente, Thomas, profesor de escuela en Val-D´Oise contaba: “Está estallando en todos lados, hay que continuar presionando al gobierno el 20 y el 27”. Una opinión similar a la de Marion tras la asamblea general de Aubervilliers: “ no hay que terminar la huelga esta tarde, es una huelga histórica, hay que golpear mientras el metal sigue candente, el resto de la oblación tienen los ojos puestos en nuestra pelea.
En Toulouse los huelguistas han votado reconducir y continuar la huelga a partir del próximo martes y han votado exigir un plan de acción a las direcciones sindicales. En Saint-Denis han debatido hacer un “jueves de la colera” para preparar “por qué no” una huelga reconductible. En Aubervilliers han llamado a la huelga el próximo jueves y otra para el 27 para una movilización intersectorial. En la asamblea general de Val D´Oise han llamado a una nueva fecha de movilización nacional unitaria que se plantee para la semana que viene y han llamado a que los equipos pedagógicos multipliquen las acciones locales junto a los padres de los alumnos: hacer huelga reconductible donde sea posible, propaganda en los centros, carteles…) para ampliar el movimiento. En resumen, la colera y las ganas de continuar la movilización siguen vivas tras esta primera jornada de huelga.
De manera más general, las distintas asambleas generales exigieron la permanencia del personal contratado, una campaña de vacunación en las escuelas, la renovación de los edificios y la reducción del tamaño de las clases para limitar la contaminación y mejorar las condiciones de estudio, así como mascarillas FFP2 para quienes las deseen. Por último, ante la devaluación de sus salarios frente a la subida de los precios, el personal reclama que los sueldos se indexen a la inflación.
Estas AG intercolegiales ilustran el enfado de los profesores por el acelerado deterioro de las condiciones laborales durante la crisis del Covid. También muestran la capacidad de estos trabajadores para establecer alianzas con los padres y entre las escuelas para crear una correlación de fuerzas.
La estrategia debe girar entorno a animar a los trabajadores de la educación nacional a multiplicar este tipo de lazos, que por el momento son mínimos, y a aprovecharlos lo más ampliamente posible. Es con esta condición que, frente a la gestión criminal del gobierno, será posible implementar nuestros propios protocolos de salud y organizar un seguimiento pedagógico al servicio de la salud de los trabajadores y alumnos y construir una respuesta de todos los trabajadores en primera línea, desde la sanidad hasta la educación nacional, como lo expresó el martes Marion, una maestra de la 93 en un artículo publicado en Révolution Permanente: "Para plantear un plan de batalla capaz de oponer nuestra propia salida a la crisis, es imprescindible multiplicar las asambleas generales (AG) y dar continuidad a esta huelga.
En los próximos días, para que esta importante bronca no sea sólo un destello, hay que continuar con el impulso generado por estas primeras asambleas generales, que deben masificarse y reforzarse para que en todas partes sirvan para organizar la continuación de la lucha desde abajo. |