Veracruz durante el sexenio de Javier Duarte, del Partido Revolucionario Institucional, es el epicentro de la violencia contra los periodistas en México.
El pasado 30 de junio, en un discurso hacia los periodistas, declaró “Se lo digo a ustedes, por su familia, pero también por la mía, porque si algo les pasa a ustedes a mí me crucifican todos (sic). Pórtense bien, todos sabemos quiénes andan en malos pasos, dicen que en Veracruz sólo no se sabe lo que todavía no se nos ocurre. Todos sabemos quiénes, de alguna u otra manera, tienen vinculación con estos grupos… todos sabemos quiénes tienen vínculos y quiénes están metidos con el hampa… ¡Pórtense bien, por favor!, se los suplico. Vienen tiempos difíciles”.
Rubén Espinosa fue su última víctima. Hasta ahora, con él son 16 los periodistas asesinados durante el gobierno de Duarte:
Noel López Olguín (45 años, medios: Horizonte, La Verdad y Noticias de Acayucan, 2011)
Miguel Ángel López Velasco (55 años, medio: Notiver, 2011)
Misael López Solana (21 años, fotógrafo de Notiver e hijo de López Velasco, 2011)
Yolanda Ordaz de la Cruz (48 años, medio: Notiver, 2011)
Regina Martínez Pérez (48 años de edad, medio: Proceso, 2012)
Guillermo Luna Varela (21 años, fotógrafo para Notiver, 2012)
Gabriel Huge Córdova (37 años, fotógrafo para Notiver, 2012)
Esteban Rodríguez Rodríguez (30 años, medio: AZ, 2012)
Ana Irasema Becerra Jiménez (33 años, administrativa de El Dictamen, 2012).
Víctor Manuel Báez Chino (46 años, medio: reporterospoliciacos.com, 2012).
Gregorio Jiménez de la Cruz (43 años, medio: Notisur., 2014)
Octavio Rojas Hernández (medio: El Buen Tono, 2014)
Moisés Sánchez Cerezo (49 años, director de La Unión, 2015)
Armando Saldaña Morales (53 años, medio: estación La Ke Buena, 2015)
Juan Mendoza Delgado (46 años, director del portal Escribiendo la verdad, 2015).
Según un informe de la Procuraduría General de Justicia, dado a conocer en febrero de este año además hay al menos 25 periodistas desaparecidos en todo el país, y sumaban 103 los periodistas asesinados en distintos estados de la república.
A esto se suma el despido de Carmen Aristegui por parte de MVS Noticias, el castigo que dictó Los Pinos contra la periodista y su equipo por dar a conocer las irregularidades en la Casa Blanca de la hasta ahora primera dama de México. En un comunicado la periodista informó que “en sesión pública el Quinto Tribunal Colegiado en materia Administrativa, a petición de MVS Radio, resolvió revocar la admisión de la demanda de amparo planteada por Carmen Aristegui. Con esta resolución se pone fin a la batalla judicial que en defensa de la libertad de expresión inició la periodista en marzo pasado”.
Las y los asesinados, las y los censurados son periodistas que se atrevieron a denunciar la podredumbre de este gobierno y su séquito de lacayos. Son quienes denunciaron escándalos de corrupción, violación de los derechos humanos, persecución y represión a los movimientos sociales activos en todo el país.
Por la libertad de prensa
La censura al periodismo no es nueva en México. Se ha dado en distintos periodos históricos, como en el porfirismo, donde los opositores al régimen también pagaban la “osadía” con su vida o con el exilio, como los hermanos Flores Magón.
Nada tienen que envidiarle el PRI, el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) a las prácticas represivas del porfiriato.
Este régimen asesino, hoy como ayer, requiere medios de comunicación que se le brinden por entero y trabajadores de prensa domesticados que informen sólo lo que autoricen los altos funcionarios del estado.
Desde La Izquierda Diario consideramos que ante esta situación se vuelve una necesidad imperiosa la creación de un gran frente nacional de medios libres, de periodistas, comunicadores y fotoperiodistas independientes, por la libertad de prensa y justicia para las y los periodistas asesinados y desaparecidos.
Una primera tarea de este frente sería realizar un Encuentro para debatir cómo enfrentar el ataque de los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) y cómo defender la libertad de prensa. Para denunciar la represión contra los movimientos sociales, como la campaña gubernamental contra el magisterio, llevada a cabo por los grandes medios de comunicación vinculados con el poder político. Para denunciar todos los ataques contra las libertades democráticas, como contra la libertad de prensa. Para sacar a la luz los turbios negociados entre las trasnacionales, los grandes empresarios y el gobierno.
No se puede esperar que la PGR (federal o local) lleve a cabo una investigación seria de los ataques a periodistas. Ya vimos lo que pasó con Ayotzinapa, con Tlatlaya: prima la impunidad. No van a condenar a las instituciones gubernamentales, y a sus titulares, de las que son parte. Es por eso que debemos debatir qué pasos dar para poner en pie una comisión de investigación independiente, conformada por representantes del periodismo crítico y organismos de derechos humanos, para encontrar los responsables materiales e intelectuales de este alevoso crimen. Sólo así podremos conseguir #JUSTICIAPARARUBEN y para todos los periodistas asesinados por el brutal régimen del PRI-PAN y el PRD. |