Citigroup anunció el pasado martes la venta de Citibanamex, la cual incluye su salida de los negocios de créditos de consumo (tarjetas de crédito, créditos personales, automotor e hipotecario), banca empresarial (créditos a micro y pequeñas empresas), además de sucursales, edificios históricos y acervos culturales, Afore y aseguradora.
De acuerdo con los directivos estadounidenses y mexicanos de la institución, la decisión de venta es debido a una nueva estrategia y no por el panorama económico del país. Añadieron que desde el mes de abril del año pasado ya habían salido de la banca de consumo de 13 países de Asia, Europa y América Latina, sin embargo, sólo mantendrán este negocio en Estados Unidos. Luego de concretada la venta, Citigroup empleará una nueva licencia bancaria en México para atender a grandes corporativos y la inversión de clientes de grandes fortunas.
Con base en cifras oficiales e información de La Jornada, en los primeros trimestres de 2021, los negocios que están en venta representaron para Citibanamex: 3 mil 500 millones de dólares en ingresos y mil 200 millones de dólares en ganancias antes de impuestos. A su vez, cifras actualizadas del mes de noviembre las ganancias del banco se concentraron en 18 mil 113 millones de pesos.
Reacción de la 4T
Ante esta noticia, el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó esperar que la compra de Citibanamex sea adquirido por Ricardo Salinas Pliego, Carlos Slim, Carlos Hank u otros inversionistas, como Javier Garza Calderón, para que se pueda "mexicanizar" el banco.
Asimismo, el secretario de gobernación, Adán Augusto López Hernández, indicó que la venta de Banamex implica el pago de impuestos en "tiempo y forma" dado que en 2001 los vendedores mexicanos no pagaron impuestos. Asimismo, señaló que esta venta no es una "mala señal". Sin embargo, omiten que Citibanmex ha sido multada por no tener controles adecuados contra el lavado de dinero, como ocurrió en Estado Unidos.
A pesar de que las autoridades mexicanas señalen que la venta de Citibanamex no es "una mala señal" y esta institución bancaria oriente su estrategia a gestionar las grandes fortunas, expresa que el monopilio bancario sólo garantiza las jugosas ganancias de los grandes capitalistas, a su vez, con base en la especulación de los ahorros de los trabajadores como las Afore o el negocio de créditos a altas tasas de interés, el beneficio para los bancos se mantiene asegurado.
Ante ello, es necesario que la banca se encuentre al servicio del desarrollo económico y al servicio de la clase trabajadora, para lo cual se debe impulsar su nacionalización bajo el control de sus trabajadores, otorgando, por ejemplo, préstamos baratos a pequeños productores del campo y la ciudad.
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