Además de tener que combatir el fuego durante 12 o 14 horas diarias con equipos inadecuados, las viandas que les entregan llegan crudas y son de baja calidad nutricional. También denunciaron la falta de recursos y la precarización laboral a la que están sometidos.
Durante el día de ayer se viralizó un video en donde se puede ver la comida cruda que reciben los brigadistas que están combatiendo el incendio en la zona de los lagos Martin y Steffen.
En una entrevista radial, el brigadista y delegado de ATE en el Parque Nacional Nahuel Huapi, Juan Sepúlveda, denunció las dificil situación que atraviesan los brigadistas en la línea de fuego: “Las grabaciones son verdad, esas cosas ya no se pueden tapar como tampoco la desorganización”.
Entre las dificultades que atraviesan quienes están en el terreno, está la falta de organización: “Mis compañeros la están pasando muy mal, el silencio era por respeto por la situación, pero hay desorganización, como el primer día, ahora con el agravante de trabajar mal, los compañeros no comen porque la comida llega a destiempo o es horrible o no está en condiciones para llevar un bocado a la boca, no llega cocida. Las cuadrillas que estuvieron cercanas a los pobladores pudieron comer porque los vecinos brindaron comida”, sentenció el delegado de los brigadistas.
Pero también denunció la precarización laboral a la que están expuestos los agentes. En cuanto a las horas diarias que trabajan combatiendo los incendios, Juan precisó: “Cuando el incendio ya está explotado no hay horario de trabajo, mientras la luz y la seguridad lo permiten se continúa con las tareas, aunque seguridad no han tenido”.
"El brigadista que sufrió un accidente mientras combatía el incendio nunca más va a poder ser brigadista, ese es el resultado de trabajar en malas condiciones. Una lesión de ese tipo ya no podés cargar cosas o caminar por la montaña, porque se te va a volver a romper la pierna, va trabajar en algún puesto que no signifique volver al fuego”
Durante las últimas 48 horas el incendio se descontroló, llegando hasta la ruta 40 en la zona del Cañadón de la Mosca y Pampa del Toro. Respecto a la actualidad de las llamas, Juan Sepúlveda también fue tajante: “En el medio de este caos no hay ningún plan, no se puede planear nada. Se hace lo que se puede, poniendo lo mejor porque es nuestro trabajo. Pero esto no se acomoda, ya está, lo va acomodar la naturaleza”.
La falta de indumentaria ignífuga para el combate de incendios y de equipamiento de montaña también fue parte de la denuncia: Y “ Nos entregan el material y la ropa a los ponchazos, al que le pueden dar, le dan algo, pero todo desorganizado, una desgracia”.
Mejorar las condiciones laborales de los combatientes, así como la incorporación de personal, que cuenten con los equipos y herramientas necesarias, en condiciones laborales dignas parece no ser una prioridad para el gobierno. Tampoco la prevención ni planificación. Se vuelve necesaria y urgente poner en pie una alternativa política que destine los recursos para estas necesidades, en lugar de la fuga de capitales, el pago serial de la fraudulenta deuda externa y la entrega de nuestros bienes al mejor postor.