El incendio en el Cañadón de la mosca, al sur de Bariloche, ve aumentada su peligrosidad debido la desorganización e inoperancia de las autoridades y la administración de los escasos recursos y personal disponible. El trasfondo es la precarización y el desfinanciamiento de todos los sistemas de combate de incendios.
En horas de la mañana, cuando el fuego baja su intensidad y es momento de atacar con todo, los medios aéreos disponibles en la zona son enviados al Martin abocados al traslado de personal. Se trata de las dos primeras y fundamentales horas del día donde los medios aéreos no están disponibles. “La dirección del combate no es clara porque cambiaron de jefe cada dos días, algo nunca visto, y los recursos se dispersan en pequeños grupos que terminan haciendo un esfuerzo inútil y descoordinado cuando debería concentrarse la fuerza en puntos estratégicos”, nos contaba un brigadista.
Cuando el incendio recién comenzaba, el 16 de diciembre, un brigadista de la base Golondrinas del SFMF, sufrió un terrible accidente. Una gran roca se desprendió en medio del trabajo y lo arrastró varios metros provocándole fractura de fémur y cadera. Pocos días después un helicóptero se precipitó en Neuquén en medio del incendio en el departamento Quillen, muriendo en el acto en piloto y su copiloto. Este último domingo en Corrientes, un avión hidrante se desplomó apenas despegar aunque el piloto resultó ileso. El reconocimiento del riesgo psicofísico y el régimen de jubilación anticipada que reclaman los brigadistas, no ha sido contemplado en el nuevo Convenio Colectivo que ATE y UPCN firmaron con el Ministerio de Ambiente en abril pasado. Tampoco las recategorizaciones, el pase planta permanente y un largo listado de exigencias.
Mientras los brigadistas arriesgaban su vida en el combate del incendio en inmediaciones del Lago Steffen, las autoridades de la Administración de Parques Nacionales (APN) les entregaba sandwiches de pollo en mal estado o crudos como vianda, algo que ya fue denunciado en 2020 durante los incendios en Jujuy.
De acuerdo a la Ley Nacional 26.815 de Manejo del Fuego, cada institución es responsable por su jurisdicción. Sólo en caso de afectar a dos jurisdicciones, es el sistema federal quien interviene. Esto hace que sea la APN quien comande el incendio iniciado en el Martin el pasado 7 de diciembre, al hallarse dentro de los límites del Parque Nacional Nahuel Huapi. Por algún motivo APN recién apeló a la ayuda de otros organismos federales como el SFMF y el ICE (Incendios, Comunicaciones y Emergencias) de otros parques, o el Servicio de Prevención y Lucha de incendios Forestales (SPLIF) de Rio Negro, cuando este desbordaba las posibilidades operativas.
El cruce entre organismos lleva a pensar porqué no es el Servicio Federal la autoridad competente en estos casos, siendo quien dispone de mayores recursos y capacidad de movilizarlos ofreciendo un comando unificado para enfrentar los recurrentes incendios. Cabandié se limitó a hacer un conferencia de prensa sobre la ruta 40 cerrada a todo medio local un día antes de la lluvia del pasado 31 de diciembre que puso un freno circunstancial al incendio. Inmediatamente se descuidó el combate y hace una semana se reavivó el fuego cruzando la Ruta 40 e incendiando todo el Cañadón de la Mosca. ¿Por qué no se aprovechó ese momento clave para detener definitivamente el incendio. Las suspicacias están a la orden del día, pero por sobre todo destaca la incompetencia de las autoridades, personificada en la figura del ministro de Ambiente. Recién ahora, cuando el incendio superó al Jurisdicción de la APN, se ha planteado un comando unificado formado por APN, SFMF y la provincia de Río Negro.
Más de 6000 hectáreas de bosques nativos se han consumido ya. Otra ley, la 25080, complementada por una nueva ley provincial en RN en noviembre de 2020, hace sospechar que esas tierras arrasadas por el fuego serán devoradas por nuevas plantaciones de pinos, como sucede en Cuesta del Ternero, donde el subsecretario de Bosques de Rio Negro Daniel Arbat y, hace pocas semanas, el propio Ministerio de Ambiente, anunciaron la resiembra de 1000 plantínes de Pino Oregon. Pero eso ya es parte de los negocios que resultan de estas catástrofes.
Mientras tanto, los Brigadistas han buscado hacer oír sus reclamos con carteles en la ruta 40 y en las redes sociales. Este martes 18 se conoció un comunicado elaborado en la asamblea realizada en Villegas donde denuncian esta situación, a la espera de una respuesta por parte de las autoridades.