Recientemente en redes sociales se realizó una denuncia de 750 casos covid en Minera Escondida. La cuprífera salió en respuesta de ello, manifestando por medio de una declaración que "en nuestra compañía existen 312 casos activos, entre personal directo y de empresas colaboradoras. Todos ellos, al igual que sus contactos estrechos, están realizando su respectiva cuarentena". Y agrega que "el 90% de nuestra dotación cuenta con el esquema de vacunación completo (tercera dosis). Asimismo, seguimos desarrollando operativos de pesquisa preventivos antes del inicio de cada turno, en los que se toman exámenes PCR".
Con esta declaración, la empresa minera salió a desmentir las denuncias en redes sociales. Lo que fue respaldado tanto por el seremi de Minería, Alex Acuña, quien afirmó que en el sector existe un aumento de contagios, los que son detectados previamente tras el testeo que se realiza a todo el personal, al igual que el gobierno, de la mano del seremi, Marco Vivanco, quien afirmó que "la información es falsa, a la seremis de Minería y Salud se les reporta semanal y diariamente la información de casos que hay en esta industria que es la minería y en ningún caso, en este caso en particular, la empresa tiene el número de casos que señala la publicación, ni menos riesgo de operación o tampoco una posible paralización".
Pese a lo anterior, la denuncia que realizan trabajadores del rubro minero y de Escondida en particular, es que la empresa no estaría realizando PCR de bajada, al igual que señalan que las medidas sanitarias disminuyeron. A esto se suma la estrategia sanitaria criminal del gobierno y el MINSAL, que es un traje a la medida de los grandes empresarios ya que elimina protocolos y criterios de salud pública que afecten la “normalidad” de las empresas. Por ejemplo, las licencias médicas se reservarán solo a los casos confirmados y los contactos estrechos los determinará la autoridad sanitaria sólo en brotes específicos. Además, serán las mismas personas las responsables de ubicar a posibles contagiados, quienes entrarán en la calificación "persona en alerta Covid", sin obligación de aislamiento, abandonando la trazabilidad, perjudicando especialmente a las y los trabajadores.
No por nada la región de Antofagasta es una de las que ha presentado una mayor alza de casos covid, puesto que al ser una zona minera la mayoría de la población o trabaja en el rubro o se dedica a prestar servicios, en el ámbito hotelero, alimentación, transporte, entre otros, siendo un foco de contagio.
Lo anterior da cuenta de la insalubre prepotencia patronal que, ante la nueva escalada de contagios, prioriza sus ganancias en detrimento de la salud de las y los trabajadores. De hecho, estas empresas que durante toda la pandemia nunca han paralizado la producción -siendo un sector no esencial- han generado millonarias ganancias, como minera Escondida que reportó ganancias por US$2.384 millones, un alza de 88% en comparación con el año 2020.
Sin embargo, estos recursos no son puestos a disposición de las necesidades de la población, ni para combatir la pandemia, ni mucho menos para suministrar mayores recursos a la salud pública. Lo anterior, con un silencio cómplice de las autoridades, quienes además ejecutaron despidos y recortaron el financiamiento al sistema de salud. Por ello es urgente un impuesto de emergencia a la gran minería y los super ricos para financiar un plan de emergencia sanitario, que implique una estrategia de trazabilidad, insumos y testeos, cumplimiento de aislamiento para contactos estrechos, sin ningún tipo de descuento, además de mayor contratación, trabajo estable y sueldos dignos para los trabajadores de la salud, quienes vienen denunciando un agobio brutal tras años de combatir el coronavirus, con despidos e inestabilidad.
Frente a lo anterior, Jaime Rodríguez, dirigente del Sindicato Interempresa Obreros Metalurgistas Unidos O.M.U, comenta “que no solo es una despreocupación o falta de interés por parte de las empresas, sino también que el cambio de procedimientos del Minsal que deja a las y los trabajadores vulnerables ante esta pandemia, porque si eres contacto estrecho no te dan licencias, esto ya es un grave problema para las y los trabajadores y frente a un posible contagio no vas a trabajar y eso genera un menoscabo económico".
Asimismo, nos comenta que “por un lado la minería y la industria nunca ha parado la producción y generaron ganancias históricas y, por otro lado, las y los trabajadores de salud están agobiados y se les despide. Las autoridades sabían que venía una nueva ola de contagios pero, sin embargo, en este preciso momento hay una falta de profesionales enorme y que a la fecha ya contamos con más de 1000 casos por día. Sin embargo, hoy, como desde el día que comenzó la pandemia, sigue siendo el mismo debate: nuestra salud o sus ganancias. Es por esto que se deben convocar asambleas, en las condiciones necesarias, para que los trabajadoras y trabajadoras podamos discutir protocolos que pongan por delante su salud y elijan comisiones de seguridad e higiene para hacerlos cumplir", comenta el dirigente. |