La policía de la ciudad de Cipolletti intercepta a Lara mientras regresaba del médico. Mientras ella caminaba por la vereda, un patrullero se detiene al costado y bajan al menos dos policías que pretenden detenerla por tenencia de marihuana; al intentar entre los forcejeos explicar y mostrar su certificado de inscripción al REPROCANN, la policía le dice a la joven que no les interesa lo que tiene para mostrarles y que eso es ilegal.
Lara insiste en explicarles que ella es paciente y usuaria registrada, que la ley permite el cultivo y transporte de cannabis, sin embargo, los forcejeos continúan junto con los golpes. Al ver la situación de agresión que transcurría, acuden en ayuda de la joven, su ex pareja que la esperaba en la esquina siguiente con su hija de 5 años. También a él lo maltratan, lo apartan de su hija y forcejean para llevarlo detenido también. Ante el aumento de agresiones, un vecino se acerca e interpela a las fuerzas policiales para detengan su agresión a la joven y la policía comienza a perseguirlo hasta ingresar a su casa, le pegan a la puerta para abrirla, le sacan los celulares a todos los integrantes de la familia que estaban en ese momento y también forcejean con él para detenerlo.
Mientras toda esta situación transcurre llegan al menos cinco vehículos y camionetas policiales, ninguno de los cuales escucha e interviene para parar toda la agresión que estaba sufriendo Lara y su familia.
Cuando finalmente suben a la joven al patrullero, un policía ejerce con su rodilla presión en la pierna de Lara y le sacan la rodilla de lugar teniendo que a posterior a las horas que estuvo detenida, tener que acudir al hospital de la ciudad para su curación y tratamiento.
A todo esto, se llevan varios detenidos, y la hija de Lara queda sola en la calle sin que ninguna autoridad la socorra y resguarde. Los vecinos de la zona la protegieron hasta que su mamá fue puesta en libertad.
En el día de hoy la joven víctima de agresión policial y apremios ilegales realizó la denuncia en fiscalía donde además constan las secuelas físicas de los golpes que recibió.
El caso de Lara se suma a otros avasallamientos a las libertades democráticas llevadas adelante por la Policía de Río Negro. El año pasado también persiguieron y criminalizaron a un joven de Allen que cultivaba cannabis para su abuelo. Sin embargo, tiempo después la justicia dictó el sobreseimiento del cannabicultor. |