Durante los días 1 y 2 de febrero se llevó a cabo una elección en la planta de General Motors en Silao, Guanajuato, para elegir que sindicato los iba a representar y por ende quien obtendría la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT).
La planta cuenta con 6 mil 275 trabajadores con derecho a voto de los cuales participaron el 87.9 %, de los mismos. Un total de 4 mil 192 votos se fueron para el Sindicato Independiente de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz (SINTTIA). Por su parte, los sindicatos charros como el Sindicato Nacional de Trabajadores y Automotriz y Metalúrgica en la República Mexicana obtuvo 932 votos, en tanto que el Sindicato Nacional de Trabajadores y Empleados de la Industria del Auto Transporte, Construcción, de la Industria Automotriz, Autopartes, Similares y Conexos de la República Mexicana, concentro 247 votos y el Sindicato Nacional de Trabajadores de las Industrias, Comercio y Servicios en General “Carrillo Puerto” solo tuvo 18 votos.
Esta carrera por la titularidad del CCT que inició en abril del año pasado, culmino con el repudio a los sindicatos de la CTM y el triunfo del SINTTIA. Esto pese a las amenazas contra las trabajadoras y trabajadores del SINTTIA y la Organización Independiente de Trabajadores Activos de General Motors (OITAGMS), que despertó una importante campaña de solidaridad nacional e internacional que reflejamos en La Izquierda Diario México.
Este repudio y descontento a la CTM no es nuevo, ya se veía desde el 2020, cuando la dirección perteneciente a la CTM hizo una simulación de consulta “democrática” a las bases para la negociación del Contrato Colectivo en favor de la empresa GM, la cual buscaba respaldar a la dirección de Tereso Medina, el líder corrupto de la dirección sindical priista, en tanto que no eran escuchadas las demandas de las y los trabajadores, quienes durante la pandemia enfrentaron distintos casos de covid, ya que no se garantizó ninguna medida sanitaria y eran obligados a laborar pese a presentar síntomas.
Sin duda es un avance la derrota de la CTM en estas elecciones sindicales, en la medida que expresa el descontento de las y los trabajadores. Es fundamental que el nuevo sindicato se organice de manera realmente democrática, mediante asambleas de base, para decidir con mandato de base como luchar por los derechos de las y los trabajadores. Esto abriría el camino para una organización sindical democrática que defienda los derechos laborales y que permita además la participación de toda la base obrera y todas las expresiones políticas al interior de la fábrica.
Además, desde La Izquierda Diario llamamos a redoblar la campaña contra las amenazas a los impulsores del SINTTIA y de la Organización Independiente de Trabajadores Activos de General Motors, como se vio con saludos de solidaridad, desde Argentina, Brasil, Chiley Estados Unidos.
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