Desde este lunes 7 de febrero comienza a regir el programa Cortes Cuidados, con el que el Gobierno espera frenar la inflación en siete de los cortes de carne vacuna más consumidos por las familias. Pero como si durante el año pasado no hubiesen faltado aumentos en estos productos, el acuerdo con la industria frigorífica ya arranca con subas de más de 20 % con respecto a diciembre, confirmando un nuevo golpe al bolsillo.
Según el programa, el kilo por corte deberá ofrecerse en las góndolas a $ 699 para la tira asado; $ 749 el vacío; $ 779 el matambre; $ 449 la falda; $ 639 la tapa de asado; $ 799 la nalga; y $ 649 la paleta. Estas cotizaciones tendrán un ajuste mensual del 2 %.
En diciembre, algunos de estos cortes fueron parte de un acuerdo de precios rebajados durante las fiestas. Si se comparan los valores, se ve que el programa impulsado por la Secretaría de Comercio, que conduce Roberto Feletti, tiende más a cuidar las ganancias de las patronales cárnicas y los supermercados, antes que la mesa y la alimentación de las familias trabajadoras.
En los casos de la tira de asado y el vacío, los precios suben $ 150 con respecto a diciembre. La tapa de asado aumenta $ 140, mientras que el matambre sube $ 180. Una “inflación controlada” que hace a la carne cada vez más un bien de lujo.
Tampoco se trata de un acuerdo generalizado. Cortes Cuidados sólo contempla que se ofrezca un volúmen mensual de 12 mil toneladas con estos precios. Una vez agotado el stock, los precios pueden variar.
Los cortes estarán disponibles únicamente en los puntos de venta adheridos, entre los que se encuentran las carnicerías del consorcio exportador ABC, los comercios nucleados en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) -que incluye a grandes cadenas como Coto, Jumbo, Carrefour, WalMart, entre otras-, y los frigoríficos nucleados en la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra) y en la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica).
El plan convenido entre Feletti y las patronales también contempla la renovación del fideicomiso aceitero, que subsidia el precio de góndola del aceite de girasol y el de mezcla.
Al igual que con otros productos del programa Precios Cuidados, los controles oficiales no frenaron la suba de precios durante el año pasado, porque mantienen intacto el poder estructural de las grandes empresas fabricantes de alimentos y exportadores, entre ellos, los ganaderos y frigoríficos. Si no se afectan los intereses de estos sectores, el encarecimiento de los productos seguirá siendo una noticia constante, y un gran problema para las familias.
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