El día viernes 4/2 se realizó el plenario de delegados de ATE Sur, con representantes de educación, salud, niñez y jubilados del gremio. Entre otras resoluciones se votó “Convocar y participar de la movilización del martes 8/2 a Plaza de Mayo rechazando el acuerdo con el FMI, porque significa más ajuste para lxs trabajadorxs y el pueblo. Ni un peso para el FMI. Plata para salud, educación y niñez.”
La marcha, impulsada por la izquierda y más de 100 organizaciones sindicales, sociales, estudiantiles y de derechos humanos que se realizará el martes 8/2 a Pza de Mayo será una fuerte denuncia y rechazo al pacto que pretende firmar el gobierno con el FMI. A las ya deterioradas condiciones de vida de los trabajadores y el pueblo, con pobreza, precarización, desocupación, falta de vivienda, desinversión en salud y educación producto del ajuste macrista y el que vino aplicando el gobierno de Alberto Fernandez, se le suma este acuerdo de subordinación que traerá más ajuste y decadencia nacional. Por eso, y como continuidad de la gran marcha realizada el 11 de diciembre pasado, ganarán las calles las consignas de No al pago de la deuda externa; Basta de ajuste, tarifazos y extractivismo; Las estafas no se pagan, No a la impunidad de los responsables y la entrega de la soberanía.
Dado que la mayoría de las conducciones sindicales alineadas con el gobierno apoyan este pacto de coloniaje sin chistar, como la CTA Yasky que “saludó el preacuerdo”, desde La Marrón Clasista dimos también la discusión para exigirle a CTA/ATE Provincia que rompan la tregua que tienen con el gobierno y convoquen a movilizar contra el pacto de ajuste con el FMI.
Como hicieron en Chubut o Mendoza que lograron derribar las políticas extractivistas ganando las calles, tenemos rechazar este acuerdo movilizándonos masivamente y planteando que no vamos a permitir más ajuste y que la crisis la paguemos las y los trabajadores. Necesitamos una salida a favor de los trabajadores y el pueblo que parta del no pago de la deuda fraudulenta para que esa plata se destine a salud y educación, pero también para desplegar un programa para nacionalizar los bancos, el comercio exterior, aumentando el salario y las jubilaciones al nivel de la canasta familiar, repartiendo las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, como parte de una solución de fondo.
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