La Corte Suprema de Santa Fe ordenó anular la sentencia que recibió Manuel Mansilla por asesinar en 2015 a Chiara Páez, la joven de 15 años que era su novia. Su femicidio fue el puntapié para que los femicidios y la violencia de género se vuelvan un debate en todo el país a raíz del movimiento Ni Una Menos.
Mansilla recibió en los tribunales de primera instancia una condena por 21 años y 6 meses. A partir de un recurso de inconstitucionalidad presentado por la defensora General de Menores, Gabriela del Castillo, la Corte sostuvo que "se apartó de los principios específicos vigentes en el derecho penal juvenil y del de legalidad -al efectuar una integración normativa en perjuicio del imputado-, lo cual la torna descalificable desde la óptica constitucional, debiendo ser anulada”.
El fallo, que es del 27 de diciembre pero se conoció hoy, sostiene que para el caso es aplicable una sanción correspondiente a la tentativa de homicidio, lo que conlleva una pena de 10 a 15 años.
Sobre esa base, ordenó que la condena sea nuevamente establecida por un tribunal de la Justicia de Menores. La pena establecida en primera instancia había sido ratificada a partir de un fallo del juez de Menores, Adrián Godoy, que encontró al joven “penalmente responsable” del femicidio de Chiara y, posteriormente, por la Cámara Penal de Rosario.
La madre de Chiara, Verónica Camargo, declaró que se enteró de la decisión por comentarios recibidos durante la noche y en el día por la prensa: “Me indigna que la Corte no me haya notificado”. Y enfatizó que “la única niña era Chiara”, quien tenía 15 años cuando fue asesinada y se encontraba embarazada. Por último, señaló que está analizando apelar la resolución del máximo tribunal.
Chiara desapareció en la madrugada del 10 de mayo en Ruffino después de salir con un grupo de amigas y contarles que se iba a encontrar con su novio, Manuel Mansilla, que para ese entonces tenía 17 años. Tras no aparecer el domingo la familia realizó una denuncia, horas después su cuerpo fue encontrado en el patio de la casa familiar de Mansilla.
El caso fue un antes y un después, el 3 de junio de 2015 una movilización masiva en todo el país reclamó por Ni Una Menos, contra los femicidios. Poniendo sobre el tapete la falta de respuestas políticas por el Estado y los distintos gobiernos ante la violencia de género estructural que viven las mujeres, expresada en centenares de femicidios por año y múltiples situaciones de violencia. |