El actual presidente de la Junta se presenta de nuevo como candidato por el Partido Popular. Frente a él, quien fuera socio de Gobierno, Francisco Igea, por Ciudadanos; el socialista Luis Tudanca; Pablo Fernández, por Unidas Podemos y Juan García Gallardo, de Vox. Como novedad, intentarán lograr la máxima representación varias candidaturas de la España Vaciada.
La participación se ha situado este domingo en el 34,74 por ciento a las 14:00 horas, lo que representa 2,15 puntos menos que en 2019, según ha avanzado el consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez.
La participación a esa hora ha descendido en todas las provincias de Castilla y León excepto en Soria y Valladolid, ha precisado en rueda de prensa.
En concreto, en Soria se ha calculado en el 36,16 por ciento, lo que supone 0,77 más que en 2019, y en Valladolid en el 37,21 por ciento, lo que representa un aumento del 0,05 en relación con los comicios anteriores.
En Ávila, el porcentaje de votantes ha sido 34,93 por ciento, 5,75 puntos menos; en Zamora, 32,24 por ciento, con un descenso del 5,43; en Segovia, 35,75 por ciento, con una bajada de 4,11; en León, 32 por ciento, con una disminución del 3,02; en Palencia, 34,76 por ciento, 2,43 menos; en Salamanca, 34,84 por ciento, con una bajada de 2,33; y en Burgos, 35,08 por ciento, lo que supone una bajada del 0,57 con respecto a 2019.
Será a las 18:30 horas cuando el consejero de la Presidencia vuelva a comparecer ante la prensa para dar a conocer los datos de participación recopilados a las seis de la tarde.
El adelanto electoral en Castilla y León, una maniobra de Alfonso Fernández Mañueco -justificada por un acuerdo “desleal” entre su socio de Gobierno, Ciudadanos, y su principal competidor, el PSOE- tenía por objetivo fortalecer el tándem Mañueco-Casado en medio de la disputa política dentro del PP con Ayuso.
Sin embargo, las encuestas previas a la elección no prevén una victoria holgada de Mañueco. El esperado descalabro de Ciudadanos, que corre el riesgo de perder representación, no ha sido canalizado del todo por el PP ante el crecimiento de la extrema derecha de Vox. Una carrera que explica la exacerbación del discurso derechista de Casado en sus participaciones para apoyar a su barón en la comunidad, compitiendo con Vox por dejar claro quien es más reaccionario. A la espera de los resultados, incluso ante una victoria del PP, es muy probable que Vox sea decisivo para la formación de un nuevo Gobierno. |
