En la mañana de este lunes 14 los trabajadores iniciaron un paro por tiempo indeterminado y realizaron una manifestación en la entrada al centro de salud, acompañados por representantes del sindicato de sanidad (ATSA Hurlingham) en reclamo de salarios adeudados.
Como informamos anteriormente la empresa no paga parte del salario a sus empleados, habiendo casos en los que solo cobran un 25% del mismo.
“Ahora nos están faltando el respeto. Dicen que nos tienen que pagar un 75% del sueldo, del que nos entregan solo 30 mil pesos por mes. Que venga alguien de ellos y me muestre cómo hace para vivir con 30 mil pesos por mes”, dice indignado uno de los trabajadores de maestranza. Mientras que uno de los empleados administrativos resalta: “La empresa tiene ingresos, acá se atiende a mucha gente y se genera dinero, todos trabajamos a dos manos, pero ellos nunca tienen plata para pagarnos. Por eso hay mucha bronca”
Como si fuera poco, tampoco abonan - o lo hacen con grandes demoras - el RePro, que es un subsidio que da el Estado a los salarios de empresas que se declaren con problemas para cumplir con sus compromisos. Una verdadera estafa.
Otra de las trabajadoras suma su indignación: “hay compañeras que son sostén de familia que hoy no tienen para pagar el alquiler y los pueden desalojar”, dice. Y completa: “los que somos grandes con pan y mate nos arreglamos, pero cuando hay que ponerle el plato de comida al chico, ¿qué se hace?”. Y sobre los incumplimientos de la empresa, agrega: “Nos exigen y nos persiguen con apercibimientos y sanciones para poder descontarnos del sueldo. Si llegás dos minutos tarde te descuentan, pero después te pagan cuando se les antoja”
La Clínica Provincial de Merlo cuenta con aproximadamente 380 trabajadores, y según ellos mismos cuentan, muchos de ellos tercerizados o con el fraude laboral del monotributo. Además atiende especialidades que no están en otros centros de salud. Allí también se atiende IOMA, lo que hace que sean miles los pacientes que concurren a la clínica. Pero los dueños dicen no tener dinero, afectando así la vida de los trabajadores y la salud de los pacientes.
Para colmo los salarios que pagan son tan bajos que los trabajadores tienen que trabajar en varios lugares a la vez. El famoso “pluriempleo” en salud: “Nosotros cumplimos, como podemos, cansados”, “el sueldo no alcanza, la mayoría tienen otros trabajos, por eso hoy no están acá”, dicen.
Esto se da tanto en la salud pública, que vienen ajustando gobierno tras gobierno, como en el sector privado, para quienes la salud no es un derecho sino fuentes de ganancia. Por eso ajustan tanto en salario como en insumos. “Hay veces que no tenemos insumos. Nos secamos las manos con papel higiénico, que a veces lo tienen que comprar los propios compañeros”, relata uno de ellos.
En el distrito de Merlo en particular, esta situación se repite -quizá no tanto profundamente como en el caso de la provincial que paga cuanto, cuando y como quiere - en casi todos los centros de salud privado, mientras el gobierno mira para otro lado a la vez que los subsidia: “hasta ahora no tenemos ninguna respuesta, ni de la empresa ni del gobierno”, dice uno de ellos, que luego agrega “nos sentimos desprotegidos, el gobierno debería tomar cartas en el asunto para que esto deje de pasar”.
El concejal de Merlo por el PTS en el Frente de Izquierda David Maidana, se acercó a llevar su apoyo a la pelea de los trabajadores: “Vinimos a solidarizarnos con ustedes porque entendemos que no solamente están reclamando por una cuestión salarial, que es sumamente importante, sino que también están defendiendo la salud del pueblo de Merlo e incluso de otros lugares de la zona oeste que vienen a atenderse a esta clínica”
También les llevó una propuesta: “pongo mi banca a disposición para que presentemos un proyecto en el concejo deliberante en apoyo al reclamo de ustedes y la defensa de la salud pública. Y así dar mayor difusión e interpelar al municipio y a los integrantes del concejo, de todos los colores políticos, a que intervengan en beneficio de ustedes”.
Los trabajadores son conscientes que esta situación va a empeorar, más aún con el ajuste en curso a pedido del FMI, por eso salen a pelear: “no queremos estar todos los meses sin saber si cobramos o no”. Van a un paro por tiempo indeterminado hasta obtener una respuesta y es muy necesario rodearlos de solidaridad en su lucha, que es parte de la pelea por salario, contra la precarización laboral y en defensa de la salud.
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