En Viña del Mar ya iniciaron los desalojos a los vendedores ambulantes acompañados de una fuerte dotación policial tras la orden de la alcaldesa Macarena Ripamonti (RD).
Allí, carabineros, en coordinación con el municipio, desalojaran los toldos y carros que utilizaban los comerciantes para instalarse en el borde costero y principalmente en el entorno del muelle Vergara, uno de los íconos turísticos de la ciudad.
Estas acciones terminaron con protestas de los vendedores en las calles aledañas, mientras la alcaldía tomó una postura clara: “El espacio público se debe proteger”, señalan desde el municipio de Viña del Mar, que desplegó a sus fiscalizadores para resguardar el borde costero y evitar que sea nuevamente ocupado por comerciantes.
Poco después de asumir, la alcaldesa Ripamonti trazó una hoja de ruta frente a esta problemática, que ya se veía recrudecer como efecto de la pandemia y tras el aumento de la cesantía. Así, se estableció una mesa de trabajo con el comercio establecido, la Cámara de Comercio y Turismo, vecinos y policías, para recuperar el espacio público y -en paralelo- abordar la situación de los ambulantes, que han proliferado en la ciudad, llegando a espacios que nunca antes habían sido ocupados.
Carabineros confirmó aumento de dotación en reunión de general Patricia Vásquez con alcaldesa Macarena Ripamonti.
“Agradezco personalmente el trabajo que ha realizado el día de hoy la general Patricia Vásquez, máxima autoridad de Carabineros en la región de Valparaíso, que vino a Viña del Mar para trabajar seriamente y desde un aspecto colaborativo con el municipio”, comentó la alcaldesa.
En tal sentido, la autoridad comunal sostuvo que “el municipio es un lugar e institución que desde su alcaldesa, hasta la última persona que trabaja en Viña del Mar, tiene sus puertas abiertas para el trabajo colaborativo con todas y con todos. Cuando hablamos de seguridad nadie puede quedar fuera”
Vendedores ambulantes protestaron frente al actuar de carabineros que los dejo sin su única fuente laboral en una región donde la cesantía sigue en números preocupantes.
¿Estas medidas son una salida para el pueblo trabajador?
En relación al comercio ambulante, Macarena Ripamonti repite la misma fórmula securitaria de la ex concertación ampliando la dotación policial y sumándose a la campaña conservadora por más “mano dura” para el pueblo pobre.
El problema de la venta ambulante es social, y no se va a resolver aumentando la dotación de policías.
Es urgente una ordenanza municipal que establezca la prohibición de los despidos y el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y cesantes, disminuyendo la jornada laboral a 6 horas 5 días para ampliar los puestos de trabajo en la comuna. |