Una alianza a tres bandas, la de PP y C’s (como equipo de gobierno del consistorio) y Vox, ha rubricado el pacto sobre ordenanza municipal en la ciudad de Alicante.
El partido de Abascal apoyará los presupuestos del equipo de gobierno, pero con una contrapartida que señala claramente la política que la ultraderecha quiere impulsar desde las instituciones.
Una vez se apruebe la normativa, algo que está garantizado tras el pacto acordado, las mujeres en situación de prostitución podrán ser sancionadas con una multa de 750 a 1.500 euros. Sumado a esto, la "realización de conductas que, bajo apariencia de mendicidad, representes actitudes coactivas o de acoso", también serán multadas. En estos casos, si en esas "situaciones" participan menores o personas discapacitadas, la multa podría alcanzar los 3.000 euros.
Una auténtica barbaridad en medio de la segunda crisis social en una década que vuelve a dejar colas del hambre en las grandes ciudades de todo el Estado. De hecho no es de extrañar que más de 40 organizaciones como Médicos sin Fronteras o Cáritas, junto a los principales sindicatos, hayan presentado alegaciones.
Desde el equipo de gobierno aluden a que las personas sancionadas podrán acogerse a diferentes mecanismos de ayudas sociales, pero aquí Vox tampoco ha perdido la oportunidad de imprimir su suyo.
La ordenanza apunta que quienes ejerzan la mendicidad, las personas sin hogar y las que se encuentren en situación de prostitución recibirán el apoyo social pertinente. Además en otro apartado, la ordenanza indica que las personas sancionadas “podrán solicitar” que algunas de las infracciones contempladas “puedan sustituirse” por charlas, cursos, programas de formación o realización de actuaciones sociales comunitarias.
Para la aprobación de las cuentas municipales, desde la formación de ultraderecha se ha negociado un recorte en materia de gasto social, igualdad, LGTBI, cooperación internacional e inmigración, algo de lo que el propio portavoz de Vox en Alicante, Mario Ortalá, se ha congratulado.
Los nuevos presupuestos reducirán, según Ortalá, "una carga ideológica". Pero nada más lejos de la realidad. Los nuevos presupuestos y la ordenanza de seguridad pactada en Alicante, son de una fuerte carga ideológica reaccionaria. | 
